* «Aquí primero se pide perdón a Dios y a las personas a las que has hecho daño y, después, se arreglan las cosas con la justicia, algo que se hace incluso mejor con la barriga llena. El perdón es la base del cristianismo. Muchos abusan de este principio, se confiesan y se limpian la conciencia y después vuelven a pecar. No puede funcionar tan fácilmente, sólo si te arrepientes de verdad puedes ser perdonado. Jesús se ha sacrificado por nosotros, se ha inmolado para lavar nuestros pecados, y ahora tenemos que comportarnos bien. Esto es así»
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