* «Vivía en mi apartamento, tenía mis propios ingresos y podía tomar mis decisiones. Me encantaba. Pero mi corazón seguía echando algo en falta. No le disgustaba casarse y tener hijos, pero sentía que Dios le pedía algo más: Los millennials buscamos la autenticidad, buscamos una relación real, un objetivo real y un sentido a la vida… Recé y desde el primer momento me volví a Él y le dije, ‘Jesús, parece que quieres que sea religiosa, y si eso es lo que Tú quieres, eso es lo que yo quiero’. Desde ese momento desapareció cualquier sentimiento de pérdida de tiempo, de confusión o de duda»
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martes, 10 de diciembre de 2019
Jess Lambert quería servir a Dios y estudió ingeniería para servirle construyendo infraestructuras en África, oró una novena a la Inmaculada y sintió la llamada a ser monja
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