30 de marzo de 2024.- (Camino Católico) El Sábado Santo es el día de la espera. La Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y su muerte. En la meditación de este día, emitida por 13 TV, el obispo auxiliar de Madrid, Jesús Vidal, nos indica que se trata de un día muy particular, un día “único en la historia porque no hay otro igual”, pero nos revela que “Dios no da nunca nada por perdido, siempre hay esperanza”.
Como él mismo señala, el Señor está ausente, está muerto. “Son expresiones que intentan describir lo que se nos hace indescriptible” sostiene Jesús Vidal. También explica las peculiaridades litúrgicas de este día en el que no se recibe la Eucaristía, no se proclama la Palabra de Dios y en donde el templo queda desvestido. Todo es “espera” hasta la llegada de la “noche cuando, después de la solemne Vigilia Pascual, se inaugure el tiempo de Pascua”.
Sin embargo el obispo auxiliar de Madrid recuerda que Dios nunca deja de actuar incluso “cuando parece que está oculto o pensamos que es imposible que pueda estar en tal o cual situación”. Y ahí precisamente radica el sentido de la espera que culminará con la resurrección.
Por último, Jesús Vidal nos invita a mirar a la Madre con la misma esperanza que ella: “Descubrimos que en realidad es ella quien nos acompaña en la espera de la Resurrección”.
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