12 de enero de 2025.- (Vatican News / Camino Católico) El Papa Francisco ha presidido este domingo la Santa Misa de la Fiesta del Bautismo del Señor, en la Capilla Sixtina, donde ha bautizado a 21 hijos de empleados del Vaticano. «Hoy mandan ellos», dice al inicio de la celebración refiriéndose a los pequeños, «y nosotros debemos servirles con el Sacramento, con la oración.» Luego la habitual recomendación a las madres de amamantarlos, si tienen hambre, y cambiarlos, si tienen calor. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha toda la celebración.
“Hoy cada uno de ustedes, padres, y la Iglesia misma, entregan el don más grande, el don de la fe a los niños”, ha afirmado Francisco.
Con las manos temblorosas por la emoción, los padres se acercan al Papa para que sus hijos reciban la señal de la cruz en la frente. Algunos patalean, otros están más tranquilos. Francisco acoge a todos con una sonrisa y, si hay un hermanito o hermanita, les hace marcar al bautizado en la frente.
Entrando en el corazón de la celebración, las voces de la Schola Cantorum suenan para los pequeños casi como una nana, arrullando el plácido sueño de algunos de ellos. De hecho, son pocos los lamentos que sirven de fondo a la liturgia de la Palabra. Igualmente esenciales, según la tradición, son las palabras pronunciadas por el Papa en su homilía -para no «cansar» a los pequeños, había dicho en celebraciones anteriores-. «Que crezcan en la fe», es el deseo de Francisco, para que los pequeños vivan «una verdadera humanidad, en la alegría de la familia». El Papa ha hecho esta exhortación y no ha predicado homilía.
La misa continúa siguiendo los ritos de las celebraciones bautismales. Los concelebrantes, el cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, y el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, marcan el pecho de cada niño bautizado con el óleo de los catecúmenos. A continuación, Francisco imparte el Bautismo, bañando la cabeza de cada pequeño -acompañado de padres, padrinos y madrinas- con el agua bendita. La celebración continúa con el rito de la unción con el santo crisma. El cardenal Krajewski acompaña la señal sobre la cabeza de cada bautizado con una caricia. El Cardenal Vérgez Alzaga entrega la túnica blanca, mientras que cada padre tiene la tarea de encender su propia vela en la llama del cirio pascual.
“Y lleven siempre esta luz con ustedes, a su casa, como recuerdo de este día. Y cuando haya algún problema, alguna dificultad, enciendan la luz para pedir al Señor la Gracia, para tu familia”
También se realiza el rito de «Effata», del "ábrete", que retoma el episodio del Evangelio de Marcos en el que Jesús cura a un sordomudo. Los dos cardenales tocan, con sus pulgares, las orejas y los labios de los niños bautizados. Al final de la celebración, el Papa saluda a las familias de los bautizados: intercambia unas palabras y entrega un regalo a cada una de ellas. La impartición del Bautismo a los hijos de los empleados del Vaticano forma parte de una tradición instaurada en 1981 por Juan Pablo II, con un único cambio: los dos primeros años los bautizos tuvieron lugar en la Capilla Paulina, desde 1983 y hasta este año, en la Capilla Sixtina.
Fotos: Vatican Media, 12-1-2025
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