* «Lo más importante que tiene que decirnos la fe cristiana no es, que el demonio existe, sino que Cristo ha vencido al demonio. Cristo y el demonio no son para los cristianos dos principios iguales y contrarios, como en ciertas religiones dualistas. Jesús es el único Señor; satanás no es sino una criatura que «se perdió». Si se le concede poder sobre los hombres es para que estos tengan la posibilidad de hacer libremente una elección y también para que «no se ensoberbezcan» (2 Co 12,7) creyéndose autosuficientes y sin necesidad de redentor alguno. «Qué locura la del viejo satanás -dice un canto espiritual negro–. Ha disparado para destruir mi alma, pero ha errado el tiro y destruyó en cambio mi pecado». Con Cristo no tenemos nada que temer. Nada ni nadie puede hacernos daño si nosotros no lo queremos. Satanás -decía un antiguo padre de la Iglesia–, tras la venida de Cristo, es como un perro atado en la era; puede ladrar y abalanzarse cuanto le plazca; si no nos acercamos, no puede morder. ¡Jesús en el desierto se liberó de satanás para liberarnos de satanás! Es la gozosa noticia con la que iniciamos nuestro camino cuaresmal hacia la Pascua»
Mostrando entradas con la etiqueta Jesús en el desierto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Jesús en el desierto. Mostrar todas las entradas
domingo, 26 de febrero de 2023
Homilía del Evangelio del Domingo: Cristo ha vencido al demonio para liberarnos / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.
Etiquetas:
Cuaresma,
desierto,
Diablo,
Esoterismo,
espiritismo,
Jesús en el desierto,
liberación de satanás,
ocultismo,
reflexión,
Santidad,
santos,
satanás,
satanismo
sábado, 9 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)