* «Leo varios versículos de la Biblia todas las mañanas, creo que es importante conocer Su Palabra. En realidad, encuentro cosas que me consuela en todas partes. Pero la Eucaristía es lo más importante para mí y definitivamente me encantan las misas del amanecer en el tiempo de Adviento. El año pasado sólo me perdí una… Me gustaría ser como esos santos que quisieron morir por su Señor. Como San Pedro, que pidió ser crucificado cabeza abajo. «Hay una voz dentro de mí que me dice que no soy lo suficientemente valiente ni fuerte. Pero hay otra voz más fuerte que dice: ‘No temas’»