Ella quería formar una familia, convivir con esposo e hijos y hacer una iglesia doméstica, pero explica su sorpresa: “Dios me mostró una posibilidad distinta, que estaba fuera de mis planes. Fue un momento en que había que pensar y rezar, considerar y superar el miedo… Dios me pidió que le diera todo mi corazón, que excluyera a otros, que no hubiera intermediarios entre Él y yo. Y eso significaba ser numeraria del Opus Dei… Para poder ser un alma contemplativa en medio del mundo hace falta hacer mucha oración… Mi madre me enseñó a rezar y a disfrutar de la vida, a pasarlo bien con pocas cosas… Lo que Dios me ha pedido a mí es abrirme a los demás, a las personas que me rodean, a las que son importantes para mí. Uno puede transmitir cariño cuando se siente amado por Dios”.
Comentarios de mi blog en Youtube
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*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 2 meses