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viernes, 19 de abril de 2019

Reza el viacrucis de Jerusalén reviviendo las últimas horas de la vida de Jesús en los santos lugares / Meditaciones de Fr. Francesco Patton, ofm, Custodio de Tierra Santa

Camino Católico.- Rezar el viacrucis en Jerusalén es una experiencia única y especial. A los peregrinos de todas partes del mundo se les da la oportunidad de hacer memoria viva de todo lo que Jesús vivió en las últimas horas de su vida, recorriendo sus pasos por las calles donde todo comenzó.
El viacrucis, en el sentido actual del término, se remonta a época medieval. El resurgir de las peregrinaciones comenzó a partir del siglo XII y con la presencia estable, desde 1233, de los frailes menores franciscanos en los “santos lugares”.
Hoy quien visita Jerusalén puede seguir el recorrido en 14 estaciones, desde el lugar en el que según la tradición Jesús se encontró con Poncio Pilato hasta las últimas estaciones, situadas en la Basílica del Santo Sepulcro, el lugar sagrado de la muerte de Jesús en la cruz y de su resurrección.
Hoy tú también estas invitado a recorrer este camino en oración con el video del Christian Media Center y las reflexiones de Fr. Francesco Patton, ofm, Custodio de Tierra Santa. El texto completo de las meditaciones y oraciones es el siguiente:
Señor Jesucristo,
en tu camino hacia Jerusalén
hasta tres veces quisiste anunciar a tus discípulos
que te dirigías a la Ciudad Santa
donde ibas a encontrar rechazo, condena y muerte,
pero que resucitarías al tercer día.
En el camino también nos has invitado a cada uno de nosotros
a cargar cada día nuestra cruz y seguirte,
nos has recordado que la semilla, para dar fruto,
debe caer en tierra y morir
y nos has hecho entender que solo quien ofrece su vida
entrará contigo en la Vida,
la verdadera, la plena, la santa
la eterna y de eterna comunión en el amor.
Ayúdanos a tomar en serio tu invitación,
para aprender a leer todo a la luz de la Pascua,
y para lograr seguir tus pasos
haciendo de nuestra vida un don,
junto a ti, que con el Padre y el Espíritu Santo
vives y reinas y eres glorificado,
Dios omnipotente, por los siglos de los siglos.
Amén.