martes, 20 de abril de 2010
J. A. Fortea: ‘No hay que exponerse ni con espiritismo, ni magia, ni con supuestos ritos de limpia’
* "He visto salir espuma de la boca o unos gritos imposibles para un ser humano o niños que entendían perfectamente latín"
* "Hay demonios burlones, rabiosos, irónicos, llenos de soberbia"
20 de abril de 2010.- Ha escrito una decena de libros y casi la mitad tiene como protagonista al demonio, ese ser sobrenatural enemigo de Dios, a quien los cristianos conocen como satanás o diablo y que encarna el mal. El sacerdote y teólogo español, José Antonio Fortea se ha dedicado por doce años a investigar sobre los demonios. Por disposición de su obispo realizó en 1998 la tesis sobre El exorcismo en la época actual y ha sido autorizado para ejercer como exorcista. Estos días está en Guayaquil para disertar sobre este tema. Publicamos una entrevista aparecida en el diario El Universo de Guayaquil, Ecuador, y la emisión del programa 90 segundos de la televisión de Costa Rica. En las dos intervenciones, tanto la escrita como la televisiva el padre José Antonio Fortea explica con claridad todo lo concerniente a los exorcismos y al diablo. Leer más y ver vídeos...
lunes, 11 de febrero de 2008
Brujería: una de wicca y otra de candomblé / Autor: Pablo J. Ginés
El wicca (palabra del antiguo idioma anglosajon que lleva en inglés moderno a witch -brujo/a-) es el nombre que se dan a sí mismos los neopaganos de cultura anglosajona, amigos de rituales de druidas, celtas, bardos y magia en general. Los neopaganos que prefieren el estilo vikingo-escandinavo se autodenominan asetru (con cierto predicamento en los descristianizados países nórdicos).
"Oficialmente" en Cataluña apenas hay 60 practicantes de wicca (en realidad, hay montones de personas que combinan libros de autoayuda y manuales de magia celtoide para hacerse un wicca casero), pero eso no es impedimento para que al reciente Parlamento Catalán de las Religiones, entre musulmanes, budistas y sikhs acudiese la sacerdotisa wicca Montserrat Castillo, de Igualada, partera de 50 años. Y como tal la entrevista extensamente Núria Navarro el 8 de junio en EL PERIÓDICO.
Castillo es una wicca de manual con un discurso idéntico al del wicca típico de California o Birmingham. "La gente conoce la wicca desde los años 50 cuando Gerald Gardner la organizó como religión, pero las raíces están en el neolítico, cuando era un culto a la naturaleza. En el wicca no hay creyentes, hay aprendices", explica.
Es la misma idea que publicó Gerald Gardner cuando creó la religión wicca en 1954 con su libro Witchcraft Today, en el que insistía que describía la religión matriarcal y panteísta de las brujas, mantenida desde el neolítico hasta nuestros días por cadenas de maestros y discípulos. Sin embargo, los historiadores han desmontado repetidas veces esta tesis. Los supuestos rituales ancestrales que los wiccas copian de Gardner son en realidad adaptaciones de rituales esotéricos y masónicos de la burguesía inglesa y francesa del s.XIX, sobre todo de la Ordo Templi Orientis de Aleister Crowley. Gardner era, de hecho, masón, rosacruz y seguidor de Crowley.
Los paganos verdaderos, los históricos (romanos y vikingos por igual) quemaban y mataban a las brujas, no las honraban como mujeres sabias. La idea de "no hay creyentes, sino aprendices", es propia de las sociedades teosóficas, los grupos gnósticos (la idea de que el poder y la salvación están en conocimientos secretos) y la masonería.
"Intentamos entender que todos somos uno", sigue la señora Castillo. "Pero también que cada uno sigue su evolución". Resulta difícil imaginar una bruja de antes de Darwin hablando de evolución, mientras que la idea de que "todos somos uno" alude a la propuesta panteísta: no hay distinción entre Creador y su Creación, todo es lo mismo.
¿Qué es "hacer magia"?
"La magia que nosotros utilizamos es una serie de ritos de harmonización con la naturaleza. De la misma manera que el católico hace una procesión para pedir que llueva", explica la señora Castillo.
Pero es ejemplo es inadecuado: el católico cree que Dios es Señor de la Creación, que es un Ser Personal con el que nos podemos relacionar, y que por lo tanto se le puede pedir aquello que está en su mano, sabiendo que depende siempre de su libre voluntad como creador. En cambio, la magia wicca no distingue entre creador y criatura, todo son simplemente fuerzas y energías que hay que controlar... mientras que al Dios cristiano no hay quien le controle.
"La magia blanca es hacer el bien, pidiendo permiso. Es decir, hacer un ritual de sanación sin pedir permiso al enfermo puede ser magia negra. Quizá esa persona necesita la enfermedad para evolucionar", comenta la partera de Igualada.
En cambio, los católicos rezan a Dios por todos, buenos y malos, sanos y enfermos, sin pedirles permiso ni nada: si la enfermedad sirve para hacer a alguien mejor, Dios sabrá gestionarla (es interesante sobre esto ver esta reflexión de un obispo sobre la oración por los enfermos).
Sin ningún problema, la sacerdotisa wicca explica que los neopaganos "vamos al bosque; a veces, para sentir las energías, nos desnudamos o llevamos ropa amplia; en San Juan danzamos en círculo y transmitimos el poder a las hierbas recolectadas o compradas."
Probablemente Castillo es consciente de que su "religión" tiene mucho de invento moderno. "Intentamos separar la antigua religión de la alta magia ritual, volver a las raíces. Nos acercamos al chamanismo." Y preguntada sobre las brujas del siglo XV: "ellas eran más puras, sus poderes venían del contacto directo con la naturaleza; hoy estamos contaminados de civilización".
Candomblé, espiritismo africano-brasileño
El día antes de leer a la sacerdotisa wicca, podíamos ver en "La Contra" de LA VANGUARDIA una entrevista de Ima Sanchís a la cantante brasileña Maria Bethânia, con el título "El ser humano debe volver a la edad de piedra". ¡Otra vez el neolítico!
Con 58 años, sin hijos, con siete hermanos, hija de un funcionario honrado (especifica) y de izquierdas dice: "Lo mío es el sincretismo: soy católica pero también creo en el candomblé."
La popular cantante explica:
"Maria Bethânia es el nombre de una canción de Capiba que mi hermano adoraba a los 4 años. Mi padre, católico, relacionó ese nombre con María, la hermana de Marta y de Lázaro, y con la ciudad de Betania en Israel. Tuve el privilegio de conocer su casa, en el desierto, frente a la tumba de Lázaro. [...] Yo me llevo muy bien con Nuestra Señora, es mi gran compañera. Igual que un niño se reconforta con el calor de su madre, yo me reconforto en ella. Todos mis problemas y alegrías los hablo con ella, porque la siento terrenal. Tuvo un hijo, lo amamantó; tuvo un novio, un marido; todo eso tan humano."
Le preguntan: "¿Dios es más lejano?" Y responde:
"Sí, es demasiado poderoso: es hombre, es mujer, es el viento, es un color, es la luz... La Virgen llega a Dios como la gran mensajera. [...] María era guapa, alegre, le gustaba bailar..., era una mujer como otra cualquiera, a quien, de repente, le ocurrió aquello en la vida."
-"Era una gran sufridora", comenta la entrevistadora.
La religión católica pretende conmover a través del dolor, y para mí eso no es bueno. Yo adoro la religión africana precisamente por su concepción alegre de la vida, regalan a sus dioses grandes fiestas. No tiene la amargura, la mortificación y el dolor de la religión católica. Claro que la Virgen sufrió porque perdió a su hijo, pero hay tantas madres que pierden a sus hijos de maneras tan absurdas.
Y es que a la cantante la educaron monjas "en un convento donde todo era pecado y donde continuamente vivías amenazada por el infierno", pero Caetano, "que era un niño muy iluminado, me consolaba con verdades fundamentales."
"Ahora no quiero ir a misa, quiero subir a los árboles, ¿iré al infierno?" le preguntaba. Y Caetano me decía: "Calma. Yo soy Dios, el árbol es Dios, tú eres Dios, todo lo que ves es Dios", aquello me quitaba el miedo y la culpa. Por eso ahora me gusta participar en los ritos católicos. Cada año cargo con Nuestra Señora sobre mis hombros.
Cuando alguien dice que practica candomblé y habla de "Nuestra Señora" nunca está claro si se refiere a María, la muchacha judía de Nazaret, o a la diosa nigeriana del mar, Yemanjá, uno de los orishas (dioses) venerados en el candomblé brasileño. Al quitar del centro a Jesús con su incómoda y fastidiosa Cruz, lo que queda es paganismo.
Invocación de espíritus
En realidad, el candomblé es una forma de espiritismo, cuyo centro consiste en entrar en trance tres o cuatro veces al año, poseído por uno o varios orishas a los que el iniciado es consagrado. Explica el antropólogo José Jorge de Carvalho de la Universidad de Brasilia, que nadie puede salir solo del estado de trance; se es llevado para un cuarto sagrado, donde despierta bajo la supervisión de los otros iniciados.
Para los sacerdotes católicos que ejercen como exorcistas, el candomblé a menudo es una auténtica invocación de espíritus, es decir de demonios que sólo esperan a ser invitados (mediante invocaciones y consagraciones) para influir en la vida de la persona... y no sólo en los tres o 4 trances anuales. Los exorcistas de las diócesis católicas recuerdan que no existen ni divinidades, ni poderes, ni magia (ni blanca ni negra) ni energías que sentir (por mucho que te desnudes). Lo único que puede haber es casos de actividad de demonios, por lo general invitados por personas que practicaban brujería, candomblé, umbanda y otras variantes de espiritismo.
Sólo en Rio de Janeiro ya hay más de 4.000 terreiros (templos) de candomblé. La ventaja que tiene sobre el wicca es que no se trata de un invento moderno de espiritistas y masones burgueses, sino que realmente es herencia directa y muy cercana de la religión practicada en Nigeria por los Yoruba. Resulta curioso que un nigeriano de etnia yoruba, al visitar Rio, oiga una variante de su lengua materna, perfectamente comprensible, usada como lengua ritual y litúrgica por parte de la población lusohablante.
La bruja catalana Montse Castillo, con su anhelo del neolítico, de chamanes y de transmisión de las raíces, carece del pedigrí antropológico que tienen, los practicantes de candomblé, descendientes de esclavos negros... y hoy brasileños de todo tipo.
Y mientras estos importantes diarios dan cancha al sincretismo, el neopaganismo, la magia y el espiritismo, las estadísticas son claras: el 30% de los jóvenes españoles de 18 a 24 años cree en espíritus, y también uno de cada cuatro españoles con estudios medios o universitarios. El 10% de los jóvenes de 18 a 24 años cree que hay brujas con poderes (un 8% de los españoles con estudios medios o universitarios también). Es la generación mejor formada de la historia de España y la más entregada a curanderos y horóscopos.
O como decía Chesterton: cuando se deja de creer en Dios, el hombre empieza a creer en cualquier cosa.
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Fuente: http://www.forumlibertas.com
Otras direcciones de internet relacionadas:
http://www.e-cristians.net/cream/?site=ecristians&idioma=es&page=9&post=1694
El obispo Alfonso Uribe Jaramillo da una lista de "Once frutos de rezar por los enfermos"
http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=3286#
El antropólogo José Jorge de Carvalho, sobre el candomblé
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Magia y espiritismo: Los jóvenes con estudios universitarios, los que más creen
http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=3286#
Web del padre Fortea, sobre exorcismo y demonología