* «No puedo ver con los ojos, pero gracias a Dios puedo ver con el alma y con el corazón, y Él me activó los otros sentidos no al 100, sino al 1000 por ciento… Siempre todo lo dejamos en las manos de Dios, y Él es el que nos va orientando, Él es el que nos va conduciendo en el camino para que no haya ningún obstáculo o ninguna barrera»