Francisco, que ha acogido las palabras del Patriarca sentado en una butaca, y no en el trono habitualmente dispuesto en la Sala Clementina, ha dado las gracias a Bartolomé I, llamándole “Mi hermano Andrés”, ya que los patriarcas de Constantinopla son considerados los sucesores del apóstol Andrés, el hermano de Simón-Pedro. Después, ha afirmado que gracias a la presencia en la Misa de ayer de todos los representantes de las diversas comunidades se sentía “de forma todavía más fuerte la oración por la unidad entre los creyentes en Cristo y, al mismo tiempo, se podía entrever, de alguna manera, su realización plena que depende del plan de Dios y de nuestra leal colaboración”.
Francisco ha afirmado que “por mi parte, deseo asegurar, en la estela de mis predecesores, mi firme voluntad de proseguir el camino del diálogo ecuménico”. Dirigiéndose a los representantes del pueblo judío, ha subrayado “el vínculo espiritual tan especial” que tienen con los cristianos. El Papa ha saludado después a los pertenecientes a otras tradiciones religiosas, en primer lugar a los musulmanes “que adoran al Dios, único viviente y misericordioso, y lo invocan en la oración” . Y dirigiéndose a todos los presentes ha exclamado: “Realmente aprecio vuestra presencia: veo en ella una nueva voluntad de crecer en la estima mutua y en la cooperación para el bien común de la humanidad”. El texto completo de la intervención del Papa Francisco es el siguiente: Leer más...