* «El Papa comenzó con una reflexión sobre la vocación; sobre la llamada a responder a la verdad, y nos animó a estar abiertos a la voz de Dios ‘resonando en lo más profundo de vuestro corazón’. El Ordinariato se había anunciado un año antes, pero aún no se había establecido, por lo que estas palabras resonaron con fuerza en mis oídos. Un poco más tarde el Santísimo Sacramento fue expuesto a la adoración, y esa voz que había mencionado el Papa volví a escucharla, esta vez con más claridad»