* Manolo Portabella : “Fui educado en una familia católica tradicional, pero durante unos años tuve un alejamiento de la religión total y absoluto, coincidiendo con la adolescencia. Mi vuelta a la fe fue poco a poco, no fue una caída del caballo y una iluminación”
* Paco Segarra: “Me alejé de la Iglesia al estudiar filosofía. No dejé la fe sobre todo desde el punto de vista del sentimiento pero si de la razón. Después lo que se produce es un proceso de angustia y ansiedad, que me lleva a una depresión. Para evitar que mis hijos tuvieran la sensación de que no se donde agarrarme decidí llevarlos a misa los domingos sin yo creer. A lo largo de los años fui leyendo textos y viendo como la gracia de Dios actuaba en mi. No fue una caída del caballo paulina, sino un proceso”