Caritas Española y Manos Unidas han enviado 50.000 euros cada una; piden generosidad a los católicosLa Iglesia en Myanmar es pequeña (700.000 católicos sobre 53 millones de birmanos) pero el arzobispo de Yangon, el salesiano Charles Bo, ha anunciado que ya han empezado las tareas eclesiales de apoyo a la reconstrucción y prevención de enfermedades tras el paso del ciclón Nargis que dejó más de 100.000 muertos en el sur del país.
"Lo que se necesita urgentemente es comida, agua y alojamiento, y miles de personas necesitan ayuda médica urgente", dice el arzobispo Bo. Explica que la iglesia local está usando fondos diocesanos para comprar y distribuir la ayuda más perentoria. "Los tejados de algunas iglesias católicas salieron volando con el ciclón y también el seminario se vio afectado", detalla el arzobispo a AsiaNews.it.
Yangon, con 16 millones de habitantes (sólo 85.000 católicos) es una de las zonas más afectadas. Otra zona muy afectada es el delta del río Irrawaddy, parte de la diócesis de Pathein, en la que pueblos y arrozales enteros han quedado destruídos.
Sobre el terreno: Karuna, la Caritas de Birmania
La organización Karuna, dirigida por el padre Francis Than Htun es la equivalente a Caritas diocesana en Yangon, integrada desde 2001 en la red de Caritas Internationalis. El padre Than Htun explica que en esta fase buena parte de la ayuda que ofrece Karuna y los voluntarios católicos se centra en "ayudar con el agua, asistencia médica y distribución de arroz". Entre los voluntarios se han movilizado sacerdotes y seminaristas.
Un comité de emergencia de la diócesis está coordinando la ayuda. Incluye representantes de las víctimas, las parroquias y las entidades de ayuda. Además, se encontraban en el país en el momento del desastre un cooperante de Caritas Italia y otro de la asociada a Cáritas del Reino Unido, que actualmente colaboran como enlaces con las asociaciones internacionales que quieren ayudar.
El primer paso consiste en repartir a 60.000 familias de cualquier religión alimentos para una semana, agua, instrumentos de cocina, velas y tiendas, además de pastillas potabilizadoras para el agua. Penelope Khin Khin, una voluntaria de la catedral de Santa María, comenta a AsiaNews.it que los precios de la comida se han disparado, y la gente gasta su poco dinero en alimentarse, sin poder permitirse el reparar los tejados.
Caritas de Tailandia ha sido la primera entidad católica en obtener permiso para entrar en el país, gobernado desde hace 40 años por un régimen militar comunista y aislacionista. Caritas India está intentando enviar personal especializado.
Es necesario actuar con urgencia
El Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, presidente de Cáritas Internacional, ha hecho un llamamiento a los católicos para que ayuden al pueblo birmano. "Que los birmanos sepan que estamos haciendo todo lo posible para asegurar que los esfuerzos de ayuda internacional lleguen a buen fin. Sabemos, por experiencias recientes como el tsunami asiático y el ciclón Sidr, que el envío urgente de agua potable, suministros médicos, alimentos y cobijo puede impedir una segunda oleada de muertes por enfermedad y exposición a la intemperie de los damnificados."
"Lo que se necesita urgentemente es comida, agua y alojamiento, y miles de personas necesitan ayuda médica urgente", dice el arzobispo Bo. Explica que la iglesia local está usando fondos diocesanos para comprar y distribuir la ayuda más perentoria. "Los tejados de algunas iglesias católicas salieron volando con el ciclón y también el seminario se vio afectado", detalla el arzobispo a AsiaNews.it.
Yangon, con 16 millones de habitantes (sólo 85.000 católicos) es una de las zonas más afectadas. Otra zona muy afectada es el delta del río Irrawaddy, parte de la diócesis de Pathein, en la que pueblos y arrozales enteros han quedado destruídos.
Sobre el terreno: Karuna, la Caritas de Birmania
La organización Karuna, dirigida por el padre Francis Than Htun es la equivalente a Caritas diocesana en Yangon, integrada desde 2001 en la red de Caritas Internationalis. El padre Than Htun explica que en esta fase buena parte de la ayuda que ofrece Karuna y los voluntarios católicos se centra en "ayudar con el agua, asistencia médica y distribución de arroz". Entre los voluntarios se han movilizado sacerdotes y seminaristas.
Un comité de emergencia de la diócesis está coordinando la ayuda. Incluye representantes de las víctimas, las parroquias y las entidades de ayuda. Además, se encontraban en el país en el momento del desastre un cooperante de Caritas Italia y otro de la asociada a Cáritas del Reino Unido, que actualmente colaboran como enlaces con las asociaciones internacionales que quieren ayudar.
El primer paso consiste en repartir a 60.000 familias de cualquier religión alimentos para una semana, agua, instrumentos de cocina, velas y tiendas, además de pastillas potabilizadoras para el agua. Penelope Khin Khin, una voluntaria de la catedral de Santa María, comenta a AsiaNews.it que los precios de la comida se han disparado, y la gente gasta su poco dinero en alimentarse, sin poder permitirse el reparar los tejados.
Caritas de Tailandia ha sido la primera entidad católica en obtener permiso para entrar en el país, gobernado desde hace 40 años por un régimen militar comunista y aislacionista. Caritas India está intentando enviar personal especializado.
Es necesario actuar con urgencia
El Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, presidente de Cáritas Internacional, ha hecho un llamamiento a los católicos para que ayuden al pueblo birmano. "Que los birmanos sepan que estamos haciendo todo lo posible para asegurar que los esfuerzos de ayuda internacional lleguen a buen fin. Sabemos, por experiencias recientes como el tsunami asiático y el ciclón Sidr, que el envío urgente de agua potable, suministros médicos, alimentos y cobijo puede impedir una segunda oleada de muertes por enfermedad y exposición a la intemperie de los damnificados."
La responsable del Equipo de Respuesta a las Emergencias de Caritas Internationalis, Dolores Halpin-Bachmann, ha insistido en que "Cáritas sabe por experiencia que los primeros días son cruciales para salvar vidas. Tras el tsunami en Asia, en 2004, centenares de millares de vidas pudieron ser salvadas gracias a la rapidez y eficacia en la respuesta de la comunidad humanitaria, en la primera fase de la emergencia". Por eso todos los líderes de organizaciones humanitarias piden al gobierno que facilite su trabajo con urgencia.
Piden generosidad a los españoles
Cáritas Española ya ha aportado a esta crisis 50.000 euros de sus fondos especiales de emergencia, que la asociación Karuna y Caritas Internationalis podrán usar de forma inmediata. Los españoles son invitados a colaborar para ayudar a miles de personas que han perdido sus hogares y en riesgo de enfermar. Para ello Cáritas Española ofrece este número de teléfono y las siguientes cuentas en diversas entidades bancarias.
CÁRITAS CON BIRMANIA – Sudeste Asiático: 902 33 99 99
SANTANDER: 0049-1892-61-2410527974
BBVA: 0182-2000-21-0201510313
LA CAIXA: 2100-2208-30-0200237458
CAJA MADRID: 2038-1028-16-6000978465
POPULAR: 0075-0001-85-0606871010
CECA: 2000-0002-27-9100508605
Otra entidad católica española que también ha hecho llegar inmediatamente fondos a Karuna es Manos Unidas, que ha aportado otros 50.000 euros. Manos Unidas pertenece a la red de asociaciones católicas CIDSE, que no están especializadas en emergencias sino en programas de desarrollo y lucha contra el hambre a medio y largo plazo.
En esta misma red CIDSE están integradas asociaciones católicas parecidas a Manos Unidas en Canadá, Portugal, Austria, Bélgica, Inglaterra (Cafod), Escocia (Sciaf), Francia (CCFD), Holanda (Cordaid), Suiza (Fastenopfer), Alemania (Miserereor), Irlanda (Trocaire), Italia (Focsiv). Todas ellas están en plena campaña de recogida de fondos.
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Fuente: Forum Libertas
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