10 de septiembre de 2009.-Mientras yo viva, Dios tiene misericordia, una vez que yo muera, encuentro la justicia del Señor. Lo que realmente importa es llegar al Cielo y ser felices por la eternidad; para ello hay que pasar por trabajos, tribulaciones y pruebas ya que no estamos en el paraíso terrenal sino en pleno campo de batalla. El libro del Apocalipsis dice que los que están delante del Cordero, esto es, de Jesús “son los que han venido de una tribulación grande, y lavaron sus vestiduras y las blanquearon con la sangre del Cordero” (Apoc 7,14); es decir, los que confesaron sus pecados con verdadero arrepentimiento. Leer más...
jueves, 10 de septiembre de 2009
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