* "En el cristianismo he descubierto que hay que ayudar a cada persona, uno a uno. El comunismo sacrifica la dignidad personal en bien de la colectividad. Pero cada uno somos hijos de Dios, así que el mundo cambiará cuando nos ayudemos, uno a uno, con la caridad"
12 de septiembre de 2009.- El padre Fabio Quartulli es sacerdote del Opus Dei y doctor en Fisiopatología humana. Nació en Francia hace 40 años, en una familia italiana comunista de emigrantes. «Con quince años, yo había leído “El Manifiesto”, parte de “El Capital” de Marx, me había inscrito en el grupo “Ho Chi Min” de las juventudes comunistas y vendíamos “L’Humanité” por la calle», explica en la revista católica «Il est vivant!». Fabio se resistía a creer que la revolución justificase la violencia. Además, «las noticias que nos llegaban del gulag no me agradaban». Respecto a la Iglesia, «me parecía que su mensaje era bueno pero que no lo cumplía. Desconfiaba, aunque, a mi manera, creía en Dios. Cuando mi madre murió de un cáncer, mi hermana aseguró que jamás podría creer. Le dije que yo sí seguía creyendo».Con 19 años, estudiando biología, conoció a Christophe, un supernumerario del Opus Dei, que fue el instrumento del Señor para propiciar su cambio de vida. Este es su testimonio. Leer más...
sábado, 12 de septiembre de 2009
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