* Esta hermana de las Hijas de la Caridad dedica su vida a atender a los presos y asevera que "algunos cambian. Pasan de ser agresivos a ir con la Biblia y el rosario por el patio. Y dicen entre sí: «Tío, Jesucristo ha cambiado mi vida totalmente; su poder es increíble»"
* «Cada vez que vuelven a la prisión los funcionarios me preguntan: hermana, ¿qué les ha hecho en el permiso que todos los internos vienen llenos de alegría? Y yo les digo que es Dios, que es tan bueno y tan precioso»
1 de septiembre de 2010.- Sor Mari Luz Ibarz fue a visitar a un preso que convive con el sida y le advirtieron que tenían que encerrarla durante el encuentro. «¿Qué miedo me va a dar si es mi hermano!», les recriminó a los enfermeros. Cuando abrazó al paciente este se puso a llorar. Traspasa las rejas y hace la revolución. Da palabras de la Biblia a los presos y los anima. «Si la voy a palmar», exclaman sin esperanza, pero al tiempo, estas personas llenas de heridas, de amargura y con mal aspecto, se transforman en evangelizadores de otros presos. Sor Mari Luz Ibarz sólo quiere «dar contento a Dios por todos los que le rechazan». Asegura sin dudar que «en el fondo todos los hombres son buenos, pero algunos son ignorantes, nunca han oído hablar de Dios. Muchos dicen este es irrecuperable , pero yo he visto en la cárcel la mayores preciosidades de conversión». Leer más...
miércoles, 1 de septiembre de 2010
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