"Para nosotras, fue un regalo llevar nuestra labor cotidiana a un momento solemne"
13 de noviembre de 2010.- El domingo en que el templo de la Sagrada Família se vistió de solemnidad vaticana para ser dedicado al culto por el Papa de Roma, la elaborada liturgia prevista llevó a escena a siete religiosas que, con gran esmero, limpiaron el altar y pusieron los manteles. La imagen de las monjas realizando esa tarea rodeadas de varones inmóviles ha causado impacto en la sociedad catalana, y ha provocado malestar entre muchos católicos y católicas, que ven en la escena una metáfora visual del exiguo papel que la Iglesia católica concede a las mujeres.
Las protagonistas, pertenecientes a una orden religiosa denominada Auxiliares Parroquiales de Cristo Sacerdote, no lo ven de esa manera, y afirman no comprender el porqué de tanto revuelo. "Para nosotras fue un regalo, fue llevar nuestra labor cotidiana a un momento muy solemne; lo hicimos encantadas, con entusiasmo y con ilusión", sostiene Antonia Cano, madre superiora de una pequeña comunidad de esta orden que cuida la sacristía de la catedral de Barcelona. En la catedral son cuatro religiosas –dos españolas y dos mexicanas–, tres de las cuales subieron al presbiterio de la Sagrada Família en la misa del domingo, acompañadas por cuatro hermanas que acudieron de Valencia para la ocasión. Leer más...
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