Este año era evidente que teníamos que hacernos eco de la visita del Santo Padre que, como apuntábamos hace un momento, viene a hablarnos de la familia y del respeto por la vida de todo ser humano desde el momento de su concepción hasta su final. Algunas madres

Y hablando de estos temas, yo les decía que la postura de la Iglesia que el Santo Padre nos viene a recordar ha sido la misma a lo largo de sus 2000 años de historia. Podríamos sintetizar esta postura en dos principios básicos:
1) El matrimonio es una institución sagrada e indisoluble porque participa de la alianza eterna e incondicional entre Jesucristo y su Iglesia. Es típico de los enamorados preguntarse una y otra vez: «¿me amarás siempre?». Y es que ellos tienen la profunda intuición de que el verdadero amor es para toda la vida.
2) La dignidad del ser humano no procede de su mayor o menor grado de desarrollo o de sus capacidades físicas o psíquicas sino del hecho de haber sido creado a imagen y semejanza de Dios. Por ello el ser humano es un fin en sí mismo que no puede subordinarse a ningún otro fin por muy razonable y deseable que parezca. Y de ahí se sigue el rechazo absoluto al aborto, a la eutanasia y al maltrato físico o psíquico. Leer más...
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