miércoles, 10 de octubre de 2018
Ingrid Buttner tuvo cáncer y un diacono le dijo que el Señor la curaría al casarse: «Dios me sanó. Soy un milagro y una prueba de que los tiempos de Dios son perfectos»
* «Mi marido aceptó realizar la boda sin protocolo y con mucho amor. Yo ya llevaba 2 sesiones de quimioterapia y 10 de radioterapia. Estaba debilitada, pero eso no impidió que ese día estuviera radiante y que preparáramos los papeles de la iglesia, que son miles y tienen muchos protocolos. Coincidentemente, el día en que voy a ver mis papeles, me encuentro con el Diácono Alejandro, a quien muchos de ustedes conocen seguramente. Ese día fue una bendición encontrarlo allí. Le pedí que me reciba y le comenté lo que me estaba sucediendo; quería que me haga una imposición de manos y que ore por mi sanación. Y entonces él me dijo: “Ya estás sanada. Tu boda por la iglesia va a ser el sello de tu sanación”. Yo me quedé helada porque justo fui a hacer los papeles para poder tener esa bendición y él me la confirma con lo que me dice. Aparte de decirme eso agregó que, al término de mis tratamientos, los médicos ya no iban a encontrar nada, que Dios me sanó y que soy una bendecida y mimada»
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