* «Nadie puede poseer a Dios ni encerrarlo, aprisionarlo en una imagen. Que cada día se desvanece para aparecer al día siguiente, diferente. Cuando era niño, me gustaba que Él me amaba; cuando era adolescente, estaba orgulloso de que Él me quisiera; Como adulto, entiendo que necesito dejarme amar por Dios. La vida con Jesús es vigorizante. Ella da vida a todo el Cielo. Cuando veo todo lo que he podido lograr gracias a Él, el gozo que siento al dibujar, me hace profundamente feliz»
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