Camino Católico.- El día 21 de enero es la festividad de san Fructuoso, san Augurio y san Eulogio. Quizás no sean nombres muy populares en nuestros días, pero esto no disminuye su valor y firmeza para no ceder a las presiones gubernamentales de su momento histórico. Se trata de unos ejemplos cristianos venerados en la ciudad de Tarragona, la que fue capital peninsular en tiempos en los que el imperio romano se extendía por toda la Mediterránea y más allá. Los hechos acaecieron el año 259, cuando Emiliano, gobernador de la provincia Tarraconense quiso agradar a Roma, poniendo en práctica el edicto del emperador Valeriano, mediante el cual pretendía obligar a los cristianos a realizar prácticas religiosas idolátricas participando en cultos paganos y limitar el derecho de reunión de la comunidad cristiana, como cosas más relevantes en aquellos tiempos y… en los nuestros. Los desobedientes eran condenados a la pena capital. También en nuestros días, existen países que mantienen estas condenas; mientras otras sociedades han evolucionado, encontrando otras formas de matar y perjudicar a los que han tomado la decisión de no claudicar bajo ningún concepto.