«“Yo soy la Luz del mundo”. Estas palabras resonaban una y otra vez en mi cabeza, acordándome de mi insano deseo de saber sin Dios y contra Dios. Esta es la “clave” de las “claves del Tarot”. Conocimiento al margen de lo permitido por Dios, tomar el saber por asalto, sin razón, sin ciencia, sin Dios. Y con el riesgo – siempre seguro – de ser engañado sutilmente una y otra vez. Puede llevar años de vida deshacer un entuerto generado por estas “mancias”»
sábado, 12 de octubre de 2013
Ana Márquez era adivina y tarotista: «Fue el Señor el que tomó la decisión por mí, Un imprevisto ingreso hospitalario deshizo de golpe el nudo»
Etiquetas:
adivinación,
Brujería,
cartas,
demonio,
Diablo,
Dios,
Evangelio,
fe,
infestación,
Jesucristo,
liberación,
magia,
Oración,
psiquiatría,
tarot,
Testimonio,
videncia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario