Quien come el cuerpo de Cristo vive “por” Él, es decir, a causa de Él, en virtud de la vida que proviene de Él, y vive “en vista de” Él, es decir, para su gloria, su amor, su Reino. Como Jesús vive del Padre y para el Padre, así, al comulgar en el santo misterio de su cuerpo y de su sangre, vivimos de Jesús y para Jesús. Eso es sanador porque transforma todo nuestro ser. Por tanto, debemos desear que el Señor cumpla su palabra en nosotros cada vez que comulgamos.
Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 4 de noviembre de 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario