«Pensé en lo importantes que son los pequeños detalles y el largo plazo en las cosas de Dios: al principio, uno no entiende nada, pero cuando, con el paso del tiempo, contempla los trazos de la vida con perspectiva, todo cobra una luz nueva. Recé en silencio: “Señor, Tú nos lo has dado, danos ahora fuerzas para sacarlo adelante”»
«Hoy me doy cuenta de que la oración tenía que haber sido otra: “Señor, dale a mi hijo paciencia para soportar a unos padres tan torpes, tan flojitos y tan ignorantes”»
viernes, 28 de marzo de 2014
Mar Velasco: «Mi hijo con síndrome de Down nos ha enseñado a conjugar el verbo amar y a desterrar el adjetivo perfecto en una sociedad competitiva que tiende a rechazar a los más débiles»
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