«La niña se moría en mis brazos Sentía que sólo en la oración estaba el alivio de mi niña y sumergida en la fe, recé la oración de Teresita, y le cantaba para que no perdiera el conocimiento. Todavía me encontraba orando, cuando repentinamente Josefina me dice: “ya me mejoré mamá, ¡vámonos!”»
jueves, 10 de abril de 2014
Claudia Oyarzún oró en el hospital a Santa Teresa de Los Andes porque su hija se asfixiaba al haber tragado una canica y repentinamente sanó
Etiquetas:
confianza,
conversión,
Dios,
Evangelio,
familia,
fe,
Jesucristo,
maternidad,
Oración,
paternidad,
perdón,
sanación,
Santa Teresa Andes,
Testimonio,
verdad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario