* “No me daba cuenta de que en el proceso, estaba alejando a mis hijos de Dios. Tenía miedo de lo que la gente pensaría de mí si no criaba “buenos hijos católicos”. Mi única preocupación debería haber sido sus almas. Ahora, años después, he aceptado que no puedo hacerles creer en algo. Que ellos tienen que poder cuestionarlo. Y descanso sabiendo que Dios les ama y desea que le conozcan, y que ese amor es mucho mayor que mi amor por ellos”
viernes, 4 de diciembre de 2015
Leticia Ochoa Adams: “¿Cómo yo con mi conversión sólo tengo dos de siete hijos viviendo su fe en una relación con Cristo? Te lo cuento: yo fui una conversa desastrosa”
Etiquetas:
Amor,
conversión,
corazón,
Cristianismo,
cristiano,
dar,
Dios,
Evangelio,
familia,
fe,
fidelidad,
Jesucristo,
matrimonio,
religión,
Testimonio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario