* «Hoy puede ser para nosotros una jornada de examen de conciencia, con este estribillo: ‘Ay de ti, ay de ti’, porque te he dado tanto, me he dado a mí mismo, te he elegido para ser cristiano, ser cristiana, y tú prefieres una vida a medias, una vida superficial: un poco sí de cristianismo y agua bendita, y nada más. En realidad, cuando se vive esta hipocresía cristiana, lo que nosotros hacemos es echar a Jesús de nuestro corazón. Hacemos de cuenta que lo tenemos, pero lo hemos expulsado. ‘Somos cristianos, orgullosos de ser cristianos’, pero vivimos como paganos… Pidamos al Espíritu Santo que nos abra de par en par las puertas del corazón, a fin de que Jesús pueda entrar, a fin de que no sólo escuchemos a Jesús. Demos gracias por tantas cosas buenas que ha hecho por cada uno de nosotros»
5 de octubre de 2018.- (Caminocatólico.com) En su homilía de la misa celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, el Pontífice invitó a reflexionar sobre la hipocresía de los justos, que viven el cristianismo “como un hábito social”, no llevan a Jesús en su vida cotidiana, sino que lo expulsan de su corazón.
Nosotros que hemos nacido en una sociedad cristiana, corremos el riesgo de vivir el cristianismo “como un hábito social”,formalmente, con “la hipocresía de los justos”, que “temen dejarse amar”. Y una vez terminada la Misa dejamos a Jesús en la Iglesia, “no vuelve con nosotros a casa”, en la vida cotidiana. Ay de nosotros, así expulsamos a Jesús de nuestro corazón: “Somos cristianos, pero vivimos como paganos”.
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