* «Hoy en día parece que creer en Dios es de “raros” y decir que crees en Dios y hablar de Él a los demás aún más. Sorprende, porque no es lo común que venga una chica de veinte años y te diga que sí, que es católica y que va a misa. Me he encontrado con más de uno que me ha puesto alguna cara rara o que se han reído de mí. ¿Y qué? ¿A caso no se rieron de Jesús cuando predicaba o cuando decía que Él era el Hijo de Dios? Yo subí al escenario de La Voz muy consciente de que llevaba colgada al cuello una cruz (la que siempre llevo) y en la muñeca una pulsera rosario. Subí por las escaleras orgullosa porque no tengo miedo y creo que hoy en día es esencial que un católico y más aún joven, como yo, sea coherente con la educación y los valores que ha recibido, que lo muestre y que no tenga ningún tipo de reparo en hacerlo»
* «Con los años he aprendido a dejarlo todo en manos de Dios… Él me va guiando y disponiendo las cosas en el camino: lo que tenga que ser, será. A mí me han enseñado a intentar darle las gracias a Dios por todo lo que me pasa y lo que tengo, tanto lo bueno como lo no tan bueno; es la manera que tengo de serle fiel: Él me lo ha dado todo, hasta su vida, qué menos que darle las gracias… Mi voz es un don de Dios, que es quien me lo ha entregado y quien lo ha puesto en mí para que yo lo comparta con los demás»
No hay comentarios:
Publicar un comentario