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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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Página web de Escuchar la Voz del Señor

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lunes, 28 de diciembre de 2020

Andrea y Carlo Borsani, gemelos en la vida y en la vocación se preparan para el sacerdocio en la Fraternidad de los Hijos de la Cruz: su familia dejó todo y crecieron como misioneros

 


Carlo: «Lo que más me convenció y persuadió para iniciar el camino de verificación para ser Hijo de la Cruz fue el ejemplo de muchos niños y niñas mayores que yo, quienes han elegido el camino de la entrega total con alegría y entusiasmo como Hijos e Hijas de la Cruz. Estoy convencido de que solo con mis fuerzas es imposible ser fiel en la entrega a Cristo… ¡pero con la ayuda de María sí que lo es!»


Andrea: «Pues, a mi lo que me colocó de una manera más seria y profunda frente a esta elección vocacional no fue tanto un discurso o una catequesis… No, fue el ser acogido, querido y amado por quien soy. Por eso mi vocación maduró durante todo un año, cuando tenía 17 años: en este año lo que más me llamó la atención fue este amor puro y agradecido que veía alrededor mío. Esto me impulsó a querer consagrarme a Nuestra Señora y a poner toda mi vida en sus manos. Sin duda, en Medjugorje viví más experiencias que me fortalecieron en esta vocación»

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