Camino Católico.- Del 19 al 24 de febrero, durante cinco días, el predicador de la Casa Pontificia, el Cardenal Raniero Cantalamessa, hace una breve reflexión para rezar con el Papa y la Curia Romana en los ejercicios espirituales: «Hay, en el mundo, pocas palabras capaces de decir en un minuto lo suficiente para llenar un día y, de hecho, una vida: las que salen de la boca de Jesús», explica el cardenal capuchino. «Se las propondré una a la vez, rogándoles que las ‘mastiquen’ durante todo el día, como una especie de chicle del alma».
La palabra de Jesús para recibir hoy, 23 de febrero, dice el cardenal Cantalamessa, “es la que Jesús dirigió a Zaqueo que había subido a un sicómoro para verlo. Pasando por allí, Jesús levantó la mirada y – en tono de invitación, no de reproche – le dijo: ‘¡Zaqueo, baja enseguida, porque hoy quiero venir a tu casa!’ .
“Zaqueo soy yo que hablo y Zaqueo eres tú que escuchas. ‘Quiero ir a tu casa’, dicho a nosotros, significa: ‘Quiero entrar en la intimidad de tu vida’. No me basta encontrarte entre la multitud, y tampoco en la Iglesia.
Recordemos la invitación del Papa Francisco al inicio de su Evangelii Gaudium: ‘Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso’.
¿En qué consiste este famoso ‘encuentro personal’ con Cristo? Yo digo que es como encontrarse con una persona en vivo, después de haberla conocido durante años sólo en fotografía. Ayuda a entender la diferencia de aquello que sucede en el ámbito humano, cuando se pasa de conocer a una persona a enamorarse de ella. Si eres un joven o una joven, puedes entender esto mejor que nadie. Sólo el enamoramiento cambia verdaderamente la vida. Tanto aquella natural como la del espíritu. ¡Y Jesús es un enamorado que no decepciona jamás!”
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