* «El racionalismo moderno exigía que el cristianismo presentara su mensaje de manera dialéctica, es decir, sometiéndolo completamente a la investigación y a la discusión, para que pudiera encajar en el marco general -también filosóficamente aceptable- de un esfuerzo común y siempre provisional de auto-comprensión del hombre y del universo. Sin embargo, al hacerlo, el anuncio de la salvación sobre Cristo muerto y resucitado quedó subordinado a una instancia diferente y supuestamente superior. Ya no era un kerigma, sino sólo una hipótesis. El peligro inherente a esta forma de hacer teología es que Dios sea objetivado. Se convierte en un objeto del que hablamos, no en un sujeto con quien (o en cuya presencia) hablamos. Un “él” –o, peor aún, un eso-, nunca un “tú”. Es el contragolpe de haber hecho de la teología una “ciencia”. El primer deber de quien hace ciencia es ser neutral frente al objeto de su investigación; pero ¿se puede ser neutral cuando se trata de Dios? La consecuencia de esa manera de hacer teología, de hecho, es que se convierte cada vez más en un diálogo con la élite académica del momento, y cada vez menos en un alimento para la fe del pueblo de Dios»
Vídeo en ESPAÑOL del segundo sermón de Cuaresma 2024 del Cardenal Raniero Cantalamessa
viernes, 1 de marzo de 2024
2ª predicación de Cuaresma del Cardenal Cantalamessa a la Curia: «Jesús es la luz del mundo porque muestra cada cosa en su verdad, tal como es ante Dios»
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