Mostrando entradas con la etiqueta Gratitud. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gratitud. Mostrar todas las entradas
viernes, 16 de noviembre de 2012
Dios se complace en un corazón agradecido / Por P. Javier Alonso
16 de noviembre de 2012.- (13 TV / Camino Católico) Homilía del padre Javier Alonso en la eucaristía del 14 de noviembre de 2012, miércoles de la 32ª semana del Tiempo Ordinario, ofrecida por 13 TV, en la cual reflexiona sobre la complacencia de Dios en nuestro agradecimiento. Lo hace a partir del evangelio de san Lucas 17, 11-19, el de los diez leprosos, en el cual Jesucristo pregunta: “¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?”. Vivir con el corazón rebosante de agradecimiento por lo que el Señor nos regala es la actitud que debemos tener ante todos los acontecimientos de la vida.
Etiquetas:
agradecimiento,
Amor,
carne,
corazón,
dar,
Dios,
Dolor,
entrega,
Evangelio,
fe,
fidelidad,
Gratitud,
Homilía,
Jesucristo,
Oración,
Palabra de Dios,
reflexión,
Sufrimiento,
vídeo,
vídeo meditación
sábado, 19 de julio de 2008
viernes, 4 de abril de 2008
jueves, 13 de diciembre de 2007
Generosidad, dar a los demás lo mejor / Autor: Francisco Cardona
Enseñar a poner el corazón en cada acción que nos lleve a compartir con los demás
Definición
La generosidad es la virtud que nos conduce a dar y darnos a los demás de una manera habitual, firme y decidida, buscando su bien y poniendo a su servicio lo mejor de nosotros mismos, tanto bienes materiales como cualidades y talentos.
La solidaridad es una determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; no es un sentimiento superficial por los males de tantas personas cercanas o lejanas, sino una actitud definida y clara de procurar el bien de todos y cada uno.
Meta
Formarnos en la generosidad, el desprendimiento y en el dar lo mejor de sí, contrarrestando los efectos del egoísmo. Salir de sí mismos y experimentar la felicidad que proporciona el donarse a los demás y vivir el valor del servicio, que implica una participación y solidaridad profunda con el otro.
Sentir la felicidad de los demás como propia, porque esto nos hará más felices en la vida porque compartiremos no sólo los propios éxitos y logros sino los de los demás.
Sólo se podrá ser realmente feliz haciendo felices a los demás, preocupándonos por los otros aún si nosotros mismos nos encontramos en el sufrimiento. Y como fruto de esta comprensión y convencimiento, nos comprometemos con los demás, viviendo la generosidad y la solidaridad
Somos responsables de la felicidad de los demás, que lo que hagamos o dejemos de hacer siempre tendrá repercusiones positivas o negativas en los que nos rodean, y como fruto de este convencimiento debemos optar por participar buscando siempre el bien común.
¿Por qué nos interesa fomentar la virtud de la generosidad?
¨ Porque experimentaremos que hay más alegría en dar que en recibir, y podremos optar por una vida de generosidad que nos brindará una mayor felicidad y realización personal.
¨ Porque asumiremos que también somos
¨ Porque descubriremos que el valor de la persona no se mide por la cantidad que da sino por la alegría y la generosidad que manifiesta en sus detalles. La manera de dar vale más que lo que se da. Y así seremos capaces de ver a las personas no en función de lo que tienen sino de lo que son.
¨ Porque aprenderemos que ser generosos es saber dar, acompañando lo que damos con ternura, afecto y alegría. Que se debe poner el corazón en cada acción que nos lleve a compartir y viviremos la verdadera generosidad en nuestra relación con todas las personas.
¨ Porque dar es el acto en que se expresa el amor y una persona que sabe amar es generosa. Comprenderemos que compartir no se limita a dar cosas materiales, sino que involucra el tiempo, la atención, el amor, los sentimientos, etcétera y estaremos capacitados a amar con madurez y sinceridad, sin egoísmo.
¨ Porque no se trata únicamente de aprender a dar cosas, sino de aprender a darse uno mismo. Ser generoso no es dar lo que nos sobre, sino dar lo que somos. Este es el fundamento de la felicidad humana.
¨ Porque es enriquecer a los que nos rodean con nuestros propios valores, colaborando en la transformación de la sociedad, sin permitir que se desperdicien los dones y cualidades que Dios ha dado a cada uno.
¨ Porque compartir implica estar atento y saber reconocer la necesidad del otro, abriéndose a los demás y abriendo el propio interior al amor de los otros.
¨ Porque la solidaridad debe ser una actitud habitual, firme y perseverante de servicio, de poner atención en las necesidades de los demás, aún a costa de los beneficios propios.
¨ Porque valorar y ayudar a los compañeros y participar con ellos llevará a la solidaridad y a la generosidad.
¨ Porque la solidaridad implica un compromiso que en muchas ocasiones nos obliga a dejar nuestra comodidad e intereses inmediatos por el bien común. Este compromiso lo debe llevar a buscar siempre los mejores medios, comprometiendo a la persona para servir y trabajar con generosidad por los demás.
¨ Porque ser generoso en el servicio a los demás da sentido a la propia vida.
¨ Porque al vivir esta virtud no desde un punto de vista teórico, sino práctico, lograremos una mayor armonía en la familia y en la sociedad, trabajando y luchando juntos y capacitaremos a los demás a formar la propia familia con más posibilidades de estabilidad, éxito y felicidad.
Vivir la generosidad significa
¨ Dar con alegría.
¨ Compartir de buen modo.
¨ Dar algo que es valioso para mí.
¨ Guardar parte de mi dinero o de mis cosas para ayudar a quien lo necesite.
¨ Compartir con una sonrisa aunque me sienta mal.
¨ Compartir mi tiempo escuchando con atención lo que otros tengan que decirme, aunque yo tenga otras cosas que hacer o realmente no me interese mucho lo que dicen.
¨ Estar siempre pendiente de las necesidades de los demás, más que de las mías.
¨ Estar siempre dispuesto a dar lo mejor de mí ante las necesidades de los demás.
¨ Ayudar sin que nadie me lo pida.
¨ Compartir mi tiempo ayudando aunque tenga que dejar de hacer otras cosas que me gustan.
¨ Estar pendiente de las necesidades de los demás.
¨ Hacer algo cada día por el bien de los demás, buscando la manera mejor y más eficaz de hacerlo, dando siempre lo mejor de mí.
Qué facilita la vivencia de esta virtud
Las virtudes de:
¨ Servicio, y las capacidades de desprendimiento y disponibilidad que nos ayudan a ser capaces de dar y darnos en el momento en que se necesite.
¨ Alegría y amabilidad que nos lleva a ser generosos dando siempre lo mejor de nosotros.
¨ Compañerismo y participación que nos ayudan a buscar y trabajar por el bien común y a contrarrestar el ambiente de egoísmo que prevalece en la sociedad.
¨ Comprensión y responsabilidad que nos ayudan a entender las necesidades de los demás, y a sentir que somos responsables de dar una respuesta comprometida y seria ante las necesidades de los otros.
¨ Gratitud y hospitalidad que nos conducen a darnos cuenta de los dones que tenemos, dar gracias por ellos y compartirlos con otros.
¨ Magnanimidad, que nos lleva a tener miras altas en el servicio a los demás.
¨ Fomentar un ambiente en donde se atiendan las necesidades de los demás antes que las propias.
¨ Ejercitarse en actos de servicio voluntario.
Qué dificulta la vivencia de esta virtud
¨ La competitividad mal entendida y egoísta que lleva a pensar en el otro es enemigo en potencia.
¨ Ambiente de egoísmo e individualismo.
¨ Pusilanimidad, estrechez de miras.
¨ Dureza de corazón .
En el Evangelio podemos encontrar cómo Jesús valora la generosidad:
«Estaba Jesús en el templo y veía cómo los ricos iban echando dinero en el cofre de las ofrendas. Vio también a una viuda pobre que echaba dos monedas de poco valor y dijo: "Les aseguro que esa viuda pobre ha echado más que todos los demás; porque ésos han echado de lo que les sobra, mientras que ésta ha echado todo lo que tenía para vivir."» Lc 21, 1-4.
«Jesús recorría toda Galilea, enseñando en sus Sinagogas, anunciaba la buena noticia del reino y curaba las enfermedades y las dolencias del pueblo.» Lc 6, 17
«Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da lástima esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen que comer. No quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan por el camino."
Los discípulos le dijeron: “¿De dónde vamos a sacar en un despoblado para dar de comer a tanta gente?”
Jesús les preguntó: “¿Cuántos panes tienen? Ellos le respondieron: siete, y unos pocos pececillos.”
Entonces Jesús mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y se los iba dando a los discípulos, y éstos a la gente. Comieron todos hasta saciarse, y recogieron siete cestos llenos de los trozos sobrantes. Los que comieron eran cuatro mil hombres, sin contar mujeres y niños.» Mt 15, 32-38.
«Entonces el rey dirá a los de un lado: “Vengan, benditos de mi Padre, tomen posesión del reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; era un extraño, y me hospedaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel y fueron a verme”. Entonces le responderán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos; sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo fuiste un extraño y te hospedamos, o estuviste desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?” Y el rey les responderá: “Les aseguro que cuando lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron”.» Mt 25, 34-40.
-------------------------------
Fuente: Catholic.net
Definición
La generosidad es la virtud que nos conduce a dar y darnos a los demás de una manera habitual, firme y decidida, buscando su bien y poniendo a su servicio lo mejor de nosotros mismos, tanto bienes materiales como cualidades y talentos.
La solidaridad es una determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; no es un sentimiento superficial por los males de tantas personas cercanas o lejanas, sino una actitud definida y clara de procurar el bien de todos y cada uno.
Meta
Formarnos en la generosidad, el desprendimiento y en el dar lo mejor de sí, contrarrestando los efectos del egoísmo. Salir de sí mismos y experimentar la felicidad que proporciona el donarse a los demás y vivir el valor del servicio, que implica una participación y solidaridad profunda con el otro.
Sentir la felicidad de los demás como propia, porque esto nos hará más felices en la vida porque compartiremos no sólo los propios éxitos y logros sino los de los demás.
Sólo se podrá ser realmente feliz haciendo felices a los demás, preocupándonos por los otros aún si nosotros mismos nos encontramos en el sufrimiento. Y como fruto de esta comprensión y convencimiento, nos comprometemos con los demás, viviendo la generosidad y la solidaridad
Somos responsables de la felicidad de los demás, que lo que hagamos o dejemos de hacer siempre tendrá repercusiones positivas o negativas en los que nos rodean, y como fruto de este convencimiento debemos optar por participar buscando siempre el bien común.
¿Por qué nos interesa fomentar la virtud de la generosidad?
¨ Porque experimentaremos que hay más alegría en dar que en recibir, y podremos optar por una vida de generosidad que nos brindará una mayor felicidad y realización personal.
¨ Porque asumiremos que también somos
¨ Porque descubriremos que el valor de la persona no se mide por la cantidad que da sino por la alegría y la generosidad que manifiesta en sus detalles. La manera de dar vale más que lo que se da. Y así seremos capaces de ver a las personas no en función de lo que tienen sino de lo que son.
¨ Porque aprenderemos que ser generosos es saber dar, acompañando lo que damos con ternura, afecto y alegría. Que se debe poner el corazón en cada acción que nos lleve a compartir y viviremos la verdadera generosidad en nuestra relación con todas las personas.
¨ Porque dar es el acto en que se expresa el amor y una persona que sabe amar es generosa. Comprenderemos que compartir no se limita a dar cosas materiales, sino que involucra el tiempo, la atención, el amor, los sentimientos, etcétera y estaremos capacitados a amar con madurez y sinceridad, sin egoísmo.
¨ Porque no se trata únicamente de aprender a dar cosas, sino de aprender a darse uno mismo. Ser generoso no es dar lo que nos sobre, sino dar lo que somos. Este es el fundamento de la felicidad humana.
¨ Porque es enriquecer a los que nos rodean con nuestros propios valores, colaborando en la transformación de la sociedad, sin permitir que se desperdicien los dones y cualidades que Dios ha dado a cada uno.
¨ Porque compartir implica estar atento y saber reconocer la necesidad del otro, abriéndose a los demás y abriendo el propio interior al amor de los otros.
¨ Porque la solidaridad debe ser una actitud habitual, firme y perseverante de servicio, de poner atención en las necesidades de los demás, aún a costa de los beneficios propios.
¨ Porque valorar y ayudar a los compañeros y participar con ellos llevará a la solidaridad y a la generosidad.
¨ Porque la solidaridad implica un compromiso que en muchas ocasiones nos obliga a dejar nuestra comodidad e intereses inmediatos por el bien común. Este compromiso lo debe llevar a buscar siempre los mejores medios, comprometiendo a la persona para servir y trabajar con generosidad por los demás.
¨ Porque ser generoso en el servicio a los demás da sentido a la propia vida.
¨ Porque al vivir esta virtud no desde un punto de vista teórico, sino práctico, lograremos una mayor armonía en la familia y en la sociedad, trabajando y luchando juntos y capacitaremos a los demás a formar la propia familia con más posibilidades de estabilidad, éxito y felicidad.
Vivir la generosidad significa
¨ Dar con alegría.
¨ Compartir de buen modo.
¨ Dar algo que es valioso para mí.
¨ Guardar parte de mi dinero o de mis cosas para ayudar a quien lo necesite.
¨ Compartir con una sonrisa aunque me sienta mal.
¨ Compartir mi tiempo escuchando con atención lo que otros tengan que decirme, aunque yo tenga otras cosas que hacer o realmente no me interese mucho lo que dicen.
¨ Estar siempre pendiente de las necesidades de los demás, más que de las mías.
¨ Estar siempre dispuesto a dar lo mejor de mí ante las necesidades de los demás.
¨ Ayudar sin que nadie me lo pida.
¨ Compartir mi tiempo ayudando aunque tenga que dejar de hacer otras cosas que me gustan.
¨ Estar pendiente de las necesidades de los demás.
¨ Hacer algo cada día por el bien de los demás, buscando la manera mejor y más eficaz de hacerlo, dando siempre lo mejor de mí.
Qué facilita la vivencia de esta virtud
Las virtudes de:
¨ Servicio, y las capacidades de desprendimiento y disponibilidad que nos ayudan a ser capaces de dar y darnos en el momento en que se necesite.
¨ Alegría y amabilidad que nos lleva a ser generosos dando siempre lo mejor de nosotros.
¨ Compañerismo y participación que nos ayudan a buscar y trabajar por el bien común y a contrarrestar el ambiente de egoísmo que prevalece en la sociedad.
¨ Comprensión y responsabilidad que nos ayudan a entender las necesidades de los demás, y a sentir que somos responsables de dar una respuesta comprometida y seria ante las necesidades de los otros.
¨ Gratitud y hospitalidad que nos conducen a darnos cuenta de los dones que tenemos, dar gracias por ellos y compartirlos con otros.
¨ Magnanimidad, que nos lleva a tener miras altas en el servicio a los demás.
¨ Fomentar un ambiente en donde se atiendan las necesidades de los demás antes que las propias.
¨ Ejercitarse en actos de servicio voluntario.
Qué dificulta la vivencia de esta virtud
¨ La competitividad mal entendida y egoísta que lleva a pensar en el otro es enemigo en potencia.
¨ Ambiente de egoísmo e individualismo.
¨ Pusilanimidad, estrechez de miras.
¨ Dureza de corazón .
En el Evangelio podemos encontrar cómo Jesús valora la generosidad:
«Estaba Jesús en el templo y veía cómo los ricos iban echando dinero en el cofre de las ofrendas. Vio también a una viuda pobre que echaba dos monedas de poco valor y dijo: "Les aseguro que esa viuda pobre ha echado más que todos los demás; porque ésos han echado de lo que les sobra, mientras que ésta ha echado todo lo que tenía para vivir."» Lc 21, 1-4.
«Jesús recorría toda Galilea, enseñando en sus Sinagogas, anunciaba la buena noticia del reino y curaba las enfermedades y las dolencias del pueblo.» Lc 6, 17
«Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da lástima esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen que comer. No quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan por el camino."
Los discípulos le dijeron: “¿De dónde vamos a sacar en un despoblado para dar de comer a tanta gente?”
Jesús les preguntó: “¿Cuántos panes tienen? Ellos le respondieron: siete, y unos pocos pececillos.”
Entonces Jesús mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y se los iba dando a los discípulos, y éstos a la gente. Comieron todos hasta saciarse, y recogieron siete cestos llenos de los trozos sobrantes. Los que comieron eran cuatro mil hombres, sin contar mujeres y niños.» Mt 15, 32-38.
«Entonces el rey dirá a los de un lado: “Vengan, benditos de mi Padre, tomen posesión del reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; era un extraño, y me hospedaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel y fueron a verme”. Entonces le responderán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos; sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo fuiste un extraño y te hospedamos, o estuviste desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?” Y el rey les responderá: “Les aseguro que cuando lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron”.» Mt 25, 34-40.
-------------------------------
Fuente: Catholic.net
Etiquetas:
Alegría,
Compañerismo,
Compartir.,
Comprensión,
Desprendimiento,
Dureza de Corazón,
Escucha,
felicidad,
generosidad,
Gratitud,
Hospitalidad,
Magnanimidad,
Servicio,
solidaridad
Suscribirse a:
Entradas (Atom)