El sacerdote Salvador Parra Valera que será beatificado después que el Papa León XIV ha aprobado el milagro realizado por su intercesión
* El médico que lo atiende, Juan Sánchez-Esteban, natural de Huércal, como el sacerdote Salvador Parra Valera, en su desesperación, se acuerda de lo que sus padres le han enseñado desde pequeño, y pide la intercesión de su paisano con una oración: «Cura Valera, he hecho todo lo que ha sido posible, ahora te toca a ti»
Camino Católico.- Durante la audiencia concedida el viernes 20 de junio de 2025 al cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el Papa León XIV ha autorizado al Dicasterio a promulgar los decretos relativos al milagro por intercesión del sacerdote diocesano español Siervo de Dios Salvador Parra Valera, el cual se convierte en el primer beato español de León XIV.
Tal como ha señalado la diócesis de Almería, la Causa de canonización, que comenzó en 1991, ha concluido su fase romana tras el largo estudio realizado por el Dicasterio para las Causas de los Santos del milagro atribuido a su intercesión, lo que abre la puerta a la próxima ceremonia de Beatificación que podría celebrarse en 2026.
En la noche del 14 de enero de 2007 Tyquan Hall nació en el Memorial Hospital de Rhode Island en Providence (Estados Unidos), pero apenas tiene pulso y respira, tiene una frecuencia cardíaca baja, está pálido y cianótico. La situación se presenta grave. Iniciados los protocolos de recuperación neonatal, una hora después no se aprecian signos de mejoría, la enfermera no le encuentra el pulso ni el latido del corazón.
En una declaración del 18 de julio publicada en su página de Facebook, la Diócesis de Providence, Rhode Island, explica que el bebé Tyquan “no había respirado ni mostrado pulso durante 65 minutos a pesar de las medidas para salvarle la vida".
El médico que lo atiende, Juan Sánchez-Esteban, natural de Huércal-Overa, en su desesperación, se acuerda de lo que sus padres le han enseñado desde pequeño, y pide la intercesión de su paisano con una oración: “Cura Valera, he hecho todo lo que ha sido posible, ahora te toca a ti”. Comienza a caminar por el pasillo para ir a comunicar a los padres la muerte de su hijo, pero la enfermera avisa al médico de que el niño se está recuperando. Unos minutos después de la oración, el niño comenzó a respirar y a latir su corazón con normalidad.
El médico español Dr. Juan Sánchez-Esteban, el doctor que protagonizó el primer milagro oficialmente reconocido del Papa León XIV, rompió su silencio después de que el Vaticano atribuyera la inexplicable recuperación de un recién nacido en Rhode Island en 2007 a una intervención divina / Foto: Brown University
La página web del Dicasterio de la Causa de los Santos indica que Tyquan fue luego transferido a la unidad de cuidados intensivos neonatales del Hospital de Mujeres y Niños, y permaneció allí “durante 15 días con un diagnóstico de encefalopatía hipóxico-isquémica”.
“Los médicos estaban seguros de que sufriría graves daños en el desarrollo, como parálisis cerebral o discapacidad intelectual”, declara el Dicasterio en su sitio web. “Sin embargo, a pesar de sus síntomas clínicos, el niño mostró actividad espontánea”.
El cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, se dirige al papa León XIV en esta foto de archivo del 13 de junio de 2025. El papa León XIV aprobó varios decretos que impulsan otras causas de santidad el 20 de junio en el Vaticano. (Foto: CNS/Vatican Media)
El 1 de marzo de 2007, Tyquan fue trasladado al Hospital Infantil Hasbro, tras someterse a un procedimiento de colectomía, y luego fue dado de alta por completo el 3 de abril de 2007.
“Los controles posteriores revelaron un desarrollo psicomotor que le permitió hablar a los 18 meses y caminar a los 2 años”, declara el Dicasterio. “El pequeño Tyquan continuó creciendo como un niño normal, llevando una vida normal y practicando deportes”.
El proceso canónico de investigación de este presunto milagro se llevó a cabo en la diócesis de Rhode Island en Providence (Estados Unidos) del 8 al 19 de septiembre de 2014. El 26 de junio de 2015 se declaró la validez de la fase diocesana. Tras la preparación de la Positio de estudio de este presunto milagro en el Dicasterio para las Causas de los Santos de Roma, ha superado de forma positiva el estudio de los historiadores y de los teólogos, así como de la compleja Consulta Médica y de la sesión plenaria de cardenales y obispos del Dicasterio, que han presentado al papa León XIV las conclusiones finales y él las ha recibido y aprobado favorablemente.
El canciller de la Diócesis de Rhode Island en Providence, el padre Timothy Reilly, califica el milagro como una "noticia maravillosa" en una declaración y dijo que la diócesis estaba "encantada" de que el milagro haría avanzar la causa del padre Valera hacia la beatificación y finalmente la canonización, lo que requeriría un segundo milagro verificado.
El padre Reilly, quien colaboró con la Diócesis de Almería en la investigación de la causa de santidad del padre Valera en 2014, según la Diócesis de Rhode Island en Providence, afirma que el milagro «es un recordatorio del poder de la oración y la intercesión de los santos. Dios está verdaderamente cerca de nosotros».
El sacerdote Salvador Parra Valera será beatificado
¿Quién es el cura Valera?
Salvador Valera Parra fue un sacerdote diocesano, arcipreste y párroco de Huércal-Overa de donde es originario también el médico Juan Sánchez-Esteban que óró para que el bebé volviera a la vida. Nacido, precisamente, en esta localidad de Almería el 27 de febrero de 1816, falleció también allí en 1889. Ordenado sacerdote el 13 de marzo de 1840, a lo largo de su ministerio sacerdotal se desempeñó como vicepárroco y párroco en su tierra natal, así como en el rol de capellán. También fue párroco en San Lázaro, en Alhama de Murcia, y en la iglesia de Santa María de Gracia, en Cartagena. En total, su ministerio como párroco en Huércal-Overa duró 37 años, en los que se distinguió por numerosas obras de carácter espiritual y social.
Su caridad sobresalió especialmente durante las epidemias de cólera y los terremotos de 1863, que causaron gran destrucción y víctimas. También colaboró activamente en la extinción de incendios, así como en la recaudación de fondos para ayudar a los necesitados. En 1885, fundó una casa de acogida y atención para ancianos junto a santa Teresa Jornet, Fundadora de las Hermanitas de los Ancianos Abandonados, con quien mantuvo contacto directo. Por su servicio, recibió condecoraciones civiles como caballero de la Real Orden de Isabel la Católica y la Orden Civil de Carlos III.
Fue un hombre de profunda fe, dedicado a la oración, la pobreza más absoluta, la austeridad, la penitencia y el ayuno. Practicó la caridad hacia los demás, poniéndose al servicio de los más desfavorecidos y acogiendo a los pobres en su propia casa. Su obispo lo señalaba habitualmente como un modelo de vida y virtudes sacerdotales para quienes aspiraban al sacerdocio. En su humildad y silencio, se ofreció completamente, siendo conocido como «el Cura de Ars español». Las virtudes teologales (Fe, Esperanza, Caridad) y cardinales (Prudencia, Justicia, Fortaleza, Templanza), junto con las anexas, han sido probadas en grado heroico en su vida, que estuvo acompañada de signos extraordinarios que le originaron fama de santidad.