* «La Navidad de Jesús nos revela un Dios que nos involucra: María, José, los pastores, Simeón, Ana, y más adelante Juan Bautista, los discípulos y todos los que encuentran al Señor son llamados a participar. Es un gran honor, ¡y qué vértigo! Dios nos involucra en su historia, en sus sueños. Esperar, entonces, es participar. El lema del Jubileo, ‘Peregrinos de la Esperanza’, no es un simple eslogan que quedará obsoleto en un mes. Es un programa de vida: ‘peregrinos de la esperanza’ significa personas que caminan y esperan, no de manos cruzadas, sino participando»
Video completo de la transmisión en directo realizada por Vatican News de la catequesis traducida al español y de la síntesis que el Papa León XIV ha hecho en nuestro idioma
* «Pidamos a nuestra Madre Inmaculada que nos enseñe a participar en la construcción de la Ciudad de Dios, ofreciendo nuestros dones con alegría y gratuidad»
6 de diciembre de 2025.- (Camino Católico).- En su catequesis de esta mañana, ante treinta mil fieles en la plaza de San Pedro, en el marco del Jubileo de la Esperanza, el Papa León XIV ha destacado que el tiempo de Adviento no es un período de espera pasiva, sino una invitación a participar activamente en la historia de Dios. Recordando la primera venida de Jesús y preparándonos para su regreso, el Pontífice subraya que la Navidad nos revela un Dios que nos involucra: “Estamos llamados a participar en la realidad, es decir, a implicarnos en ella, buscando a Dios con nuestra mente, nuestro corazón y nuestras obras, y reconociendo su presencia en los diferentes acontecimientos de la vida cotidiana”, afirma.
León XIV recuerda que nadie salva al mundo solo. La verdadera esperanza del Adviento se vive participando juntos, caminando como “peregrinos de esperanza” hasta el regreso definitivo de Jesús. “Dios no está fuera del mundo ni de esta vida: hemos aprendido a buscarlo en la primera venida de Jesús, Dios-con-nosotros, entre las realidades de la vida. Hay que buscarlo con inteligencia, corazón y manos a la obra”.
Para ilustrar esta enseñanza, ejemplifica con la vida de Alberto Marvelli, joven italiano del siglo XX, ingeniero y activista de la Acción Católica, que dedicó su corta vida a servir a los más necesitados durante la Segunda Guerra Mundial. Murió a los 28 años, pero su ejemplo muestra que “servir al Reino de Dios da alegría incluso en medio de grandes riesgos”. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la catequesis traducida al español y la síntesis que el Santo Padre ha hecho en nuestro idioma, cuyo texto completo es el siguiente:
LEÓN XIV
AUDIENCIA JUBILAR
CATEQUESIS DEL SANTO PADRE LEÓN XIV
Plaza de San Pedro
Sábado, 6 de diciembre de 2025
Catequesis. 10. Esperar es participar – Alberto Marvelli
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días y bienvenidos!
Recientemente hemos entrado en el tiempo litúrgico de Adviento, que nos enseña a estar atentos a los signos de los tiempos. Recordamos la primera venida de Jesús, Dios con nosotros, para aprender a reconocerlo cada vez que viene y prepararnos para su regreso. Entonces estaremos juntos para siempre: con Él, con todos nuestros hermanos y hermanas, y con toda criatura, en un mundo finalmente redimido: la nueva creación.
Esta espera no es pasiva. De hecho, la Navidad de Jesús nos revela un Dios que nos involucra: María, José, los pastores, Simeón, Ana, y más adelante Juan Bautista, los discípulos y todos los que encuentran al Señor son llamados a participar. Es un gran honor, ¡y qué vértigo! Dios nos involucra en su historia, en sus sueños. Esperar, entonces, es participar. El lema del Jubileo, «Peregrinos de la Esperanza», no es un simple eslogan que quedará obsoleto en un mes. Es un programa de vida: «peregrinos de la esperanza» significa personas que caminan y esperan, no de manos cruzadas, sino participando.
El Concilio Vaticano II nos enseñó a leer los signos de los tiempos: nos dice que nadie puede hacerlo solo, sino que juntos, en la Iglesia y con muchos hermanos y hermanas, podemos leer los signos de los tiempos. Son signos de Dios, de Dios que viene con su Reino, a través de las circunstancias históricas. Dios no está fuera del mundo ni de esta vida: hemos aprendido a buscarlo en la primera venida de Jesús, Dios-con-nosotros, entre las realidades de la vida. ¡Hay que buscarlo con inteligencia, corazón y manos a la obra! Y el Concilio dijo que esta misión pertenece especialmente a los fieles laicos, hombres y mujeres, porque el Dios encarnado viene a nosotros en las situaciones cotidianas. En los problemas y las bellezas del mundo, Jesús nos espera y nos compromete, pidiéndonos que colaboremos con él. ¡Por eso esperar es participar!
Hoy quisiera recordar un nombre: Alberto Marvelli, un joven italiano que vivió en la primera mitad del siglo pasado. Criado en el Evangelio por su familia, formado en la Acción Católica, se graduó en ingeniería y se incorporó a la vida social durante la Segunda Guerra Mundial, que condenó firmemente. En Rímini y alrededores, se dedicó con entusiasmo a ayudar a los heridos, enfermos y desplazados. Muchos admiraron su dedicación desinteresada, y después de la guerra, fue elegido concejal y puesto a cargo de la Comisión de Vivienda y Reconstrucción. Así, se incorporó a la vida política activa, pero mientras iba en bicicleta a una manifestación, fue atropellado por un camión militar. Tenía 28 años. Alberto nos muestra que esperar es participar, que servir al Reino de Dios da alegría incluso en medio de grandes riesgos. El mundo mejora si perdemos un poco de seguridad y tranquilidad para optar por el bien. Esto es participación.
Preguntémonos: ¿Estoy participando en una buena iniciativa que involucra mis talentos? ¿Tengo el horizonte y el aliento del Reino de Dios cuando presto algún servicio? ¿O lo hago quejándome de que todo va mal? Una sonrisa en nuestros labios es signo de la gracia que habita en nosotros.
Esperar es participar: es un regalo de Dios para nosotros. Nadie salva el mundo solo. Y ni siquiera Dios quiere salvarlo solo: podría, pero no quiere, porque juntos es mejor. Participar nos permite expresar y hacer más nuestro lo que finalmente contemplaremos para siempre, cuando Jesús finalmente regrese.
Después, al saludar a los peregrinos de lengua española, el Papa ha dicho:
Queridos hermanos y hermanas:
Como peregrinos de esperanza, los cristianos estamos llamados a “participar” en la realidad, es decir, a implicarnos en ella, buscando a Dios con nuestra mente, nuestro corazón y nuestras obras, y reconociendo su presencia en los diferentes acontecimientos de la vida cotidiana.
Un ejemplo de esta participación es el testimonio de Alberto Marvelli, un joven italiano de Acción Católica que vivió su juventud después de la segunda guerra mundial. Comprometido en la política, se dedicó a socorrer a los necesitados. Murió en un accidente cuando tenía 28 años. Su vida es como el grano de trigo, que sigue dando mucho fruto, porque eligió servir al Reino de Dios.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos a nuestra Madre Inmaculada que nos enseñe a participar en la construcción de la Ciudad de Dios, ofreciendo nuestros dones con alegría y gratuidad. Que el Señor los bendiga. Muchas gracias.
Además, en otras lenguas el Pontífice ha dicho:
Que el Jubileo sea una renovada experiencia de fe para cada uno de nosotros, permitiéndonos ser testigos de esperanza en nuestras familias y en la sociedad.
Finalmente, mi pensamiento se dirige a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. Los invito a dirigir su mirada a María, tan presente en este tiempo de Adviento. Que la Virgen Inmaculada, que con su "sí" al ángel Gabriel se adhirió plenamente a la voluntad de Dios, los sostenga en su propósito de hacer fructífera la gracia del Jubileo.
¡Mi bendición a todos!
Papa León XIV
Fotos: Vatican Media, 6-12-2025














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