* «Dejé todo: rugby, novia, facultad, plata, amigos y me fui al medio del campo a una obra salesiana donde vivían 70 jóvenes hijos de peones rurales que aprendían oficios, gente muy sencilla. Esa experiencia me transformó por completo, fue un antes y un después. Pero no fue mágico, fue un proceso. Dije: Bueno, Dios, basta de todo lo que aprendí y lo que me enseñaron los viejos, quiero ver dónde estás y qué tenés que ver conmigo. Y si verdaderamente estás»
Comentarios de mi blog en Youtube
-
*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 3 meses