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domingo, 8 de junio de 2025

Palabra de Vida 8/6/2025: «El Espíritu Santo os lo enseñará todo» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 8 de junio de 2025, domingo de Pentecostés, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Juan 14, 15-16.23b-26:

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:

«Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes. El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, os lo enseñará todo y os recordará lo que les he dicho.»

Homilía del evangelio del Domingo: Si el Espíritu de Dios no habita en nosotros tenemos vida natural, biológica, pero no vida espiritual, incorruptible y eterna / Por P. José María Prats

 

* «El Espíritu Santo es, pues, el que nos comunica la vida espiritual, el que nos hace participar de la vida eterna de Dios y de su amor. Si el Espíritu de Dios no habita en nosotros tenemos vida natural, biológica, pero no vida espiritual, incorruptible y eterna. Es muy importante tener esto en cuenta, porque hoy muchos quieren reducir la fe cristiana a “valores cristianos” prescindiendo del Espíritu»


Domingo de Pentecostés 

Hechos 2, 1-11  /  Salmo 103  /  1 Corintios 12, 3b-7.12-13  / San Juan 20, 19-23

P. José María Prats / Camino Católico.- La escena del evangelio de hoy en que Jesús sopla su Espíritu sobre sus discípulos evoca el relato de la creación, donde «Dios modeló al hombre del polvo del suelo y sopló en su nariz aliento de vida» (Gn 2,7). Este simbolismo nos indica que con la efusión del Espíritu Santo, la vida espiritual perdida por el pecado regresa de nuevo al hombre reconciliado con Dios por el sacrificio de Cristo.

En la primera lectura vemos cómo el Espíritu dinamiza la Iglesia naciente confiriéndole los dones y carismas que necesita para dar a conocer al mundo el evangelio. Los Hechos de los Apóstoles narran cómo las personas que han recibido al Espíritu Santo empiezan a formar comunidades donde se vive en el amor, compartiendo los bienes, orando y celebrando juntos la eucaristía.

El Espíritu Santo es, pues, el que nos comunica la vida espiritual, el que nos hace participar de la vida eterna de Dios y de su amor. Si el Espíritu de Dios no habita en nosotros tenemos vida natural, biológica, pero no vida espiritual, incorruptible y eterna.

Es muy importante tener esto en cuenta, porque hoy muchos quieren reducir la fe cristiana a “valores cristianos” prescindiendo del Espíritu, que se alimenta de la oración, la Palabra de Dios, la celebración de la eucaristía... Lo importante y auténtico –dicen ellos– es “vivir con valores”. Es un error tremendo que nos lleva a la ruina moral y espiritual, porque la vida santa, la vida justa y virtuosa, no es la que contempla embelesada unos valores ideales sino la que, con el poder del Espíritu Santo, los convierte cada día en realidad.

Para entender el fenómeno de Pentecostés es importante notar que los judíos celebraban en ese día la entrega de la Ley a Moisés, una ley externa, escrita en tablas de piedra, que el pueblo era incapaz de cumplir (en el mismo momento de recibirla estaban ya adorando un becerro de oro). Lo que ocurre en Jerusalén el día de Pentecostés, según hemos escuchado en la primera lectura, supone la plenitud de lo que ocurrió en el Sinaí: en medio de fuego y de un estruendo como de un viento impetuoso, desciende el Espíritu Santo para escribir en lo más íntimo del corazón –no en tablas de piedra– la Ley que Jesucristo ha llevado a su plenitud, comunicándonos el poder para cumplirla. 

Recibimos al Espíritu Santo por la fe en Jesucristo y el bautismo. Y esta llama del Espíritu se mantiene y acrecienta por la oración, la acogida de la Palabra de Dios y los sacramentos. Si dejamos de alimentarla nos quedamos secos, sin vida espiritual, sin poder: «en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros» (Jn 6,53). Regresamos entonces a la situación del Antiguo Testamento: deseamos vivir según unos ideales –los valores– pero no tenemos el poder para hacerlo. Y en estas, nos acaba ocurriendo lo que dice el refrán: “Si no vives como piensas, acabarás pensando como vives”. Después de décadas “educando en valores” y prescindiendo de la fe, la Palabra y los sacramentos, hemos entrado en la fase siguiente, la de cambiar los valores. Así, el crimen del aborto se convierte en “derecho de la mujer”, la eutanasia en “muerte digna”, el matrimonio en contrato temporal de convivencia y la antropología cristiana es substituida por la ideología de género.

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, a tu Espíritu y renueva la faz de la tierra.



P. José María Prats

Evangelio

Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: 

«La paz con vosotros». 

Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez:

«La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío». 

Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: 

«Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

San Juan 20, 19-23

¡Ven, Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo! Amor entre nosotros / Por P. Carlos García Malo

 


sábado, 7 de junio de 2025

Papa León XIV en homilía, 7-6-2025: «El Espíritu de Jesús cambia al mundo, porque cambia los corazones, aleja la autoafirmación, la murmuración, la controversia, el dominio de las conciencias y de los recursos»

* «La evangelización, queridos hermanos y hermanas, no es una conquista humana del mundo, sino la infinita gracia que se difunde a través de vidas transformadas por el Reino de Dios… Para seguir a Jesús en este camino que Él ha elegido no sirven poderosos protectores, compromisos mundanos o estrategias emocionales. La evangelización es obra de Dios y, si a veces pasa a través de nuestras personas, es por los vínculos que hace posible»     

Vídeo de la transmisión en directo de Vatican News, traducido al español, con la homilía del Papa León XIV  

* «En un mundo quebrantado y sin paz el Espíritu Santo nos educa a caminar juntos. La tierra descasará, la justicia se afirmará, los pobres se alegrarán y la paz volverá si dejamos de movernos como predadores y comenzamos a hacerlo como peregrinos. Ya no cada uno por su cuenta, sino armonizando nuestros pasos con los pasos de los demás. No consumiendo el mundo con voracidad, sino cultivándolo y custodiándolo» 

7 de junio de 2025.- (Camino Católico) “El Espíritu de Jesús cambia al mundo, porque cambia los corazones. Inspira, en efecto, esa dimensión contemplativa de la vida que aleja la autoafirmación, la murmuración, el espíritu de controversia, el dominio de las conciencias y de los recursos”, ha afirmado en su homilía León XIV en la Vigilia de Pentecostés celebrada en la plaza de San Pedro acompañado de peregrinos del jubileo de los movimientos, asociaciones y nuevas comunidades eclesiales, que llenaban a rebosar el lugar de la celebración y también fuera del recinto.


“El Espíritu creador, que hemos invocado con el canto —Veni creator Spiritus—, es el Espíritu que descendió sobre Jesús, el protagonista silencioso de su misión: «El Espíritu del Señor está sobre mí» (Lc 4,18)”, ha expresado el Papa León XIV y seguidamente a reflexionado: “En esta vigilia de Pentecostés nos encontramos íntimamente vinculados por la proximidad de Dios, por su Espíritu que une nuestras historias a la de Jesús. Estamos involucrados en las cosas nuevas que Dios hace, para que su voluntad de vida se cumpla y prevalezca sobre la voluntad de muerte”. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la homilía del Papa, cuyo texto íntegro es el siguiente:



VIGILIA DE PENTECOSTÉS CON MOVIMIENTOS, ASOCIACIONES Y NUEVAS COMUNIDADES


HOMILÍA DEL SANTO PADRE LEÓN XIV


Plaza de San Pedro

Sábado, 7 de junio de 2025


Queridas hermanas y hermanos,

El Espíritu creador, que hemos invocado con el canto —Veni creator Spiritus—, es el Espíritu que descendió sobre Jesús, el protagonista silencioso de su misión: «El Espíritu del Señor está sobre mí» (Lc 4,18). Pidiéndole que visite nuestras mentes, multiplique los lenguajes, encienda los sentidos, infunda el amor, reconforte los cuerpos y done la paz, nos hemos abierto a acoger el Reino de Dios. Es esta la conversión según el Evangelio: encaminarnos hacia el Reino que ya está cerca.

En Jesús vemos y de Jesús escuchamos que todo se transforma, porque Dios reina, porque Dios está cerca. En esta vigilia de Pentecostés nos encontramos íntimamente vinculados por la proximidad de Dios, por su Espíritu que une nuestras historias a la de Jesús. Estamos involucrados en las cosas nuevas que Dios hace, para que su voluntad de vida se cumpla y prevalezca sobre la voluntad de muerte.

«Me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor» (Lc 4,18-19). Percibimos aquí el perfume del crisma con el que fue marcada nuestra frente. El Bautismo y la Confirmación, queridos hermanos y hermanas, nos han unido a la misión transformadora de Jesús, al Reino de Dios. Como el amor nos hace familiar el olor de una persona querida, así reconocemos esta noche los unos en los otros el perfume de Cristo. Es un misterio que sorprende y nos hace pensar.

En Pentecostés María, los Apóstoles, las discípulas y los discípulos que con ellos fueron colmados con un Espíritu de unidad, que radicaba para siempre sus diversidades en el único Señor Jesucristo. No muchas misiones, sino una única misión. No introvertidos y belicosos, sino extrovertidos y luminosos. Esta Plaza de San Pedro, que es como un abrazo abierto y acogedor, expresa magníficamente la comunión de la Iglesia, experimentada por cada uno de ustedes en las distintas experiencias asociativas y comunitarias, muchas de las cuales representan frutos del Concilio Vaticano II.

La tarde de mi elección, mirando con conmoción al pueblo de Dios aquí reunido, recordé la palabra “sinodalidad”, que expresa felizmente el modo en el cual el Espíritu modela la Iglesia. En esta palabra resuena el syn —que quiere decir con— que constituye el secreto de la vida de Dios. Dios no es soledad. Dios es “con” en sí mismo —Padre, Hijo y Espíritu Santo— y es Dios con nosotros. Al mismo tiempo, sinodalidad nos recuerda el camino —odós— porque donde está el Espíritu hay movimiento, hay camino. Somos un pueblo en camino. Esta conciencia no nos aleja, sino que nos sumerge en la humanidad, como levadura en la masa, que la fermenta toda. El año de gracia del Señor, del que es expresión el Jubileo, tiene en sí este fermento. En un mundo quebrantado y sin paz el Espíritu Santo nos educa a caminar juntos. La tierra descasará, la justicia se afirmará, los pobres se alegrarán y la paz volverá si dejamos de movernos como predadores y comenzamos a hacerlo como peregrinos. Ya no cada uno por su cuenta, sino armonizando nuestros pasos con los pasos de los demás. No consumiendo el mundo con voracidad, sino cultivándolo y custodiándolo, como nos enseña la Encíclica Laudato si’.

Queridos hermanos y hermanas, Dios ha creado el mundo para que nosotros estuviésemos juntos. “Sinodalidad” es el nombre eclesial de esta conciencia. Es el camino que pide a cada uno reconocer la propia deuda y el propio tesoro, sintiéndose parte de una totalidad, fuera de la cual todo se marchita, incluso el más original de los carismas. Miren: toda la creación existe sólo en la modalidad del existir juntos, a veces peligroso, pero aun así juntos siempre (cf. Carta enc., Laudato si’ 16; 117). Y esto que nosotros llamamos “historia” toma forma sólo en la modalidad de reunirse, de una convivencia, frecuentemente en medio de disensos, pero aun así una convivencia. Lo contrario es mortal y desgraciadamente está ante nuestros ojos cada día. Que sus agregaciones y comunidades sean entonces lugares donde se practique la fraternidad y la participación, no sólo en cuanto lugares de encuentro, sino en cuanto lugares de espiritualidad. El Espíritu de Jesús cambia al mundo, porque cambia los corazones. Inspira, en efecto, esa dimensión contemplativa de la vida que aleja la autoafirmación, la murmuración, el espíritu de controversia, el dominio de las conciencias y de los recursos. El Señor es el Espíritu y donde está el Espíritu del Señor hay libertad (cf. 2 Co 3,17). La auténtica espiritualidad nos compromete, por tanto, al desarrollo humano integral, actualizando entre nosotros la palabra de Jesús. Donde esto sucede hay alegría. Alegría y esperanza.

La evangelización, queridos hermanos y hermanas, no es una conquista humana del mundo, sino la infinita gracia que se difunde a través de vidas transformadas por el Reino de Dios. Es el camino de las bienaventuranzas, un itinerario que recorremos juntos, en continua tensión entre el “ya” y el “todavía no”, hambrientos y sedientos de justicia, pobres de espíritu, misericordiosos, mansos, puros de corazón, que trabajan por la paz. Para seguir a Jesús en este camino que Él ha elegido no sirven poderosos protectores, compromisos mundanos o estrategias emocionales. La evangelización es obra de Dios y, si a veces pasa a través de nuestras personas, es por los vínculos que hace posible. Estén por tanto profundamente ligados a cada una de las Iglesias particulares y a las comunidades parroquiales donde alimentan y gastan sus carismas. Cerca de sus obispos y en sinergia con todos los otros miembros del Cuerpo de Cristo actuaremos, entonces, en armoniosa sintonía. Los desafíos que la humanidad enfrenta serán menos espantosos, el futuro será menos oscuro, el discernimiento menos difícil, si juntos obedeciéramos al Espíritu.

Que María, Reina de los Apóstoles y Madre de la Iglesia, interceda por nosotros.

PAPA LEÓN XIV










Fotos: Vatican Media, 7-6-2025

Vigilia de Pentecostés, presidida por el Papa León XIV, en el Jubileo de los Movimientos, 7-6-2025

7 de junio de 2025.- (Camino Católico) Al presidir este sábado 7 de junio la Vigilia de Pentecostés en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en el marco del Jubileo de movimientos, asociaciones y nuevas comunidades, el Papa León XIV aseguró en su homilía que “el Espíritu de Jesús cambia al mundo, porque cambia los corazones. Inspira, en efecto, esa dimensión contemplativa de la vida que aleja la autoafirmación, la murmuración, el espíritu de controversia, el dominio de las conciencias y de los recursos”. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha toda la Vigilia. 


El Santo Padre llegó a una Plaza de San Pedro colmada de fieles y peregrinos cerca de las 20:00 horas (hora de Roma) para presidir esta vigilia por primera vez en su pontificado, tras su elección el 8 de mayo.



Al inicio de la liturgia se cantó el Veni creator Spiritus (Ven, Espíritu Creador), mientras representantes de los movimientos, asociaciones y nuevas comunidades se acercaron al cirio pascual, tomando siete lámparas encendidas.



Fotos: Vatican Media, 8-6-2025

Homilía del P. José Aurelio Martín y lecturas de la Misa de hoy, sábado de la 7ª semana de Pascua, 7-6-2025

7 de junio de 2025.- (Camino Católico) Homilía del P. José Aurelio Martín Jiménez y lecturas de la Santa Misa de hoy, sábado de la 7ª semana de Pascua, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Santa Misa de hoy, sábado de la 7ª semana de Pascua, 7-6-2025 #SantaMisa #Pascua #Pascua2025

7 de junio de 2025.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, sábado de la 7ª semana de Pascua, presidida por el P. José Aurelio Martín Jiménez, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Misterios Gozosos del Santo Rosario desde el Santuario de Lourdes, 7-6-2025

7 de junio de 2025.- (Camino Católico).- Rezo de los Misterios Gozosos del Santo Rosario, correspondientes a hoy, sábado, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero.

Palabra de Vida 7/6/2025: «Este es el discípulo que ha escrito esto, y su testimonio es verdadero» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 7 de junio de 2025, sábado de la 7ª semana de Pascua, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Joan 21, 20-25:

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?».

Al verlo, Pedro dice a Jesús:

«Señor, ¿y éste qué?».

Jesús le contesta:

«Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme».

Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?».

Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.

Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni el mundo entero podría contener los libros que habría que escribir.

Misterios Gozosos del Santo Rosario en la Parroquia Asunción de Nuestra Señora, Torrelodones, 7-6-2025

7 de junio de 2025.- (Camino Católico) Misterios Gozosos del Santo Rosario en la parroquia Asunción de Nuestra Señora, Torrelodones, emitido por 13 TV.

Como la Virgen María, estamos llamados a abrir los corazones al Espíritu Santo, dejando que transforme nuestras vidas y nos impulse a ser testigos del amor de Dios / Por P. Carlos García Malo