Una persona se puede volver adicta al sexo… la adicción al sexo es una enfermedad emocional que genera obsesión y compulsión, por lo tanto, tiene severas consecuencias para la persona, inestabilidad emocional, sus relaciones y desempeño social.
La adicción al sexo conlleva a la adicción a la pornografía, a la masturbación, fantasías sexuales y pensamientos relacionados con el sexo de una manera constante, a tal grado que el sexo se convierte en una obsesión y lleva a la persona a actitudes compulsivas lo que va conduciendo a la persona a gran inestabilidad emocional.
Esta adicción es una enfermedad emocional que genera en la persona sentimientos de vergüenza, sentimientos de inadaptación, una gran angustia, culpa, ansiedad y en general un gran vacío interior que conlleva un gran sufrimiento en la persona.
Desafortunadamente las personas que se enfrentan ante está situación muchas de las veces no se dan cuenta de que son presos de una adicción, por lo que el círculo vicioso continua destruyendo sus vidas. En la mayoría de las ocasiones la persona adicta necesita “tocar fondo” lo que significa el vivir una situación límite o experiencia muy dolorosa que los lleve a recapacitar acerca de la situación que han estado viviendo.
Muchas de las veces la adicción lleva a la persona a vivir situaciones inimaginables, pues experimentan una gran desesperación y un gran sufrimiento de dependencia que les lleva a hacer cosas que nunca hubieran imaginado, todo esto como producto de la propia ansiedad y angustia que experimentan.
Es una realidad que las personas que caen presas de la adicción al sexo por lo regular lo hacen en la búsqueda de superar su gran soledad y escapar de otros conflictos emocionales que han ido cargando a cuestas, sin embargo, está forma de escape les genera un mayor conflicto, ya que la adicción genera mayor aislamiento e intensifica los sentimientos de soledad y de angustia.
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