* «Todas las dudas sobre la actitud de Jesús hacia la familia y el matrimonio caen si tenemos en cuenta todo el Evangelio, y no sólo los pasajes que convienen. Jesús es más riguroso que nadie acerca de la indisolubilidad del matrimonio, subraya con fuerza el mandamiento de honrar al padre y a la madre, hasta condenar la práctica de sustraerse, con pretextos religiosos, al deber de asistirles ( Mc 7, 11-13). Cuántos milagros realiza Jesús precisamente para salir al encuentro del dolor de padres (Jairo, el padre del epiléptico), de madres (la cananea, o la viuda de Naím), o de parientes (las hermanas de Lázaro), por lo tanto, para honrar los vínculos de parentesco. Él incluso en más de una ocasión comparte el dolor de parientes hasta llorar con ellos. En un momento como el actual, en que todo parece conspirar para debilitar los vínculos y los valores de la familia, ¡ya sólo faltaría que pusiéramos contra ella también a Jesús y el Evangelio! Pero ésta es una de las muchas extrañezas sobre Cristo que debemos conocer para no dejarnos impresionar cuando oigamos hablar de nuevos descubrimientos sobre los evangelios. Jesús ha venido a devolver al matrimonio a su belleza originaria (Mt 19, 4-9), para reforzarlo, no para debilitarlo»
domingo, 3 de abril de 2022
Homilía del Evangelio del Domingo: Jesús devuelve matrimonio y familia a su belleza originaria / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.
* «Todas las dudas sobre la actitud de Jesús hacia la familia y el matrimonio caen si tenemos en cuenta todo el Evangelio, y no sólo los pasajes que convienen. Jesús es más riguroso que nadie acerca de la indisolubilidad del matrimonio, subraya con fuerza el mandamiento de honrar al padre y a la madre, hasta condenar la práctica de sustraerse, con pretextos religiosos, al deber de asistirles ( Mc 7, 11-13). Cuántos milagros realiza Jesús precisamente para salir al encuentro del dolor de padres (Jairo, el padre del epiléptico), de madres (la cananea, o la viuda de Naím), o de parientes (las hermanas de Lázaro), por lo tanto, para honrar los vínculos de parentesco. Él incluso en más de una ocasión comparte el dolor de parientes hasta llorar con ellos. En un momento como el actual, en que todo parece conspirar para debilitar los vínculos y los valores de la familia, ¡ya sólo faltaría que pusiéramos contra ella también a Jesús y el Evangelio! Pero ésta es una de las muchas extrañezas sobre Cristo que debemos conocer para no dejarnos impresionar cuando oigamos hablar de nuevos descubrimientos sobre los evangelios. Jesús ha venido a devolver al matrimonio a su belleza originaria (Mt 19, 4-9), para reforzarlo, no para debilitarlo»
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