10 de enero de 2013.- (Carlos Ramos / Semanario Fides / Camino Católico) Durante los veintiséis años de vida David Cáceres tiene muchas experiencias que contar. Historias que se han escrito en páginas marcadas de dolor, drogas, robos e interminables excesos. Su vida, por años, naufragó en las turbulentas aguas de los vicios, los cuales lo llevaron a cometer los actos, inclinado muchas veces por “los dardos encendidos” del maltrato a que de niño fue sometido por su progenitor. Su vida circundaba entre las altas horas de la noche en centros nocturnos de los bulevares de la antañona Tegucigalpa, en la que la infidelidad y negocios turbios se habían convertido en su mejor compañía.
“No me importaba nada”dice David, un joven que, a pesar de tantas situaciones complejas en donde fue presa fácil de esas demasías, en las que, hoy día, muchos jóvenes caen muchas veces sin la esperanza de poder salir de esa opresora situación. Sin embargo, todo eso ha quedado atrás y es un claro ejemplo de que “Dios escribe derecho con renglones torcidos” y desde hace dos años que este muchacho ha encontrado el soporte y ayuda en su esposa Ivin Rodríguez y la razón de la vida en la inquieta Camila Valentina, con él en la imagen superior. Leer más...
jueves, 10 de enero de 2013
David Cáceres era adicto al alcohol y a las drogas, impulsó a abortar a sus novias, pero al ser bendecido por Jesús Sacramentado recibió la gracia de la conversión
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