“Yo salí de todo eso gracias a la fe. Todos los miércoles, en vez de deambular por la calle, aprendía la palabra de Dios. Y era importante. Recuerdo una frase subrayada en mi nuevo testamento: ‘pedid y se os dará’ y esto me dio mucha fuerza. El obispo de Saint-Étienne, Dominique Lebrun, actualmente arzobispo de Rouen, me acompañó en la fe. Fue muy importante para mí. Él me ayudó a creer. Me dio algunos libros. Tengo un gran respeto por los obispos y los sacerdotes. Ellos son como mis entrenadores espirituales”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario