«Tener dudas y temores no es un pecado. El pecado es dejar que estos miedos determinen nuestras respuestas, condicionen nuestras elecciones, comprometan el respeto y la generosidad, alimenten el odio y el rechazo. El pecado es renunciar al encuentro con el otro, al encuentro con aquel que es diferente, al encuentro con el prójimo, que en realidad es una oportunidad privilegiada de encontrarse con el Señor»
Vídeo completo de la homilía del Papa traducida al español
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