* «Pasé seis horas en shock. Luego pensé: lo peor ya pasó. De ahora en adelante todo va a ser bueno… Monté un pequeño altar en la cabecera de la cama de Joaco. Pensé: ‘Como se obre el milagro, no vamos a saber a qué santo atribuírselo»
Leer más...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario