* «Le pedí permiso a mi abuela para ser monaguillo, al ver al sacerdote celebrando la misa y a todos los otros chicos con él, así que yo también quise ser uno de ellos. Entonces, cuando se lo pedí a mi abuela, ella estuvo de acuerdo y serví durante nueve hermosos años. Fue durante este período que descubrí la vocación al sacerdocio. Esta vocación fue encendida por Dios a través del Padre Mthanti, quien fue mi párroco hasta 2005, y al Padre Mkhize, quien le sucedió. Ambos me mostraron lo que realmente es el sacerdocio, una vida de servicio, caridad y Providencia. Gracias a ellos pude concretar mi vocación»
Leer más...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario