* «Me propusieron vivir el Bautismo en el Espíritu, que es una auténtica efusión del Espíritu Santo compartida con otros hermanos y no de ellos tuvo una visión: Que mi alma, bajo la influencia esotérica, era como un desierto completamente árido en el que había un oasis, y debajo de ese oasis había una gran cantidad de agua que podría reverdecer el desierto. Supe enseguida que eso era mi alma. Hice un retiro de sanación: de sanación psicológica, pero también espiritual. Al finalizarlo, se hizo sobre mí una oración de liberación, porque había cosas que me superaban, que yo con mis propias fuerzas no podía sanar. Sé que la vida cristiana es un camino verdadero y exigente, de alegría, que no tiene que tener respuesta para todo pero sí acoger al otro, amarlo como a nosotros mismos. Descubrir esa felicidad no tiene precio»
El vídeo-testimonio de Gwendal en Découvrir Dieu
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