Meisha Johnson, actriz, chica del tiempo, presentadora, ella nunca rezaba y de repente lo hizo: «Dios, sé que estás ahí, no te conozco, pero necesito ayuda". Y su vida cambió

* «Me di cuenta de que los dones que se me dieron no los usaba totalmente para Dios. El trabajo estaba ahí, mis cualidades también, pero mi alma no se estaba entregando como sabía que debía hacerlo. Cuando les dije a mi director de noticias, amigos y familiares que dejaría la televisión para trabajar para Dios, me dijeron que estaba loca. Pero en el fondo de mi corazón, por la gracia de Dios, sabía que Él estaba tramando algo grande. Tras mucha investigación y oración, me encontré de pie ante la catedral de San Pablo en St. Paul, donde no se podía negar lo que Dios había hecho: yo era católica, y fue Jesús quien me condujo hasta aquí. A menudo me conmuevo con lágrimas de gratitud por lo que Dios ha hecho en mi vida. Es posible que no se me haya dado el don de la fe al crecer, pero estoy profundamente agradecida por la conversión que experimenté. Desde que me convertí en católica y participo activamente en la vida litúrgica de la Iglesia, todo en mi vida ha cambiado para mejor. Y lo que más disfruto es que fue Dios mismo el que me guio hasta aquí»

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