* «La gente piensa que entrar al seminario significa que Dios te va a abandonar, y vas a tener que arañar y escarbar para encontrar la felicidad y te sentirás solo. ¿Qué crees que sucederá si entregas tu vida a Dios? Él te rodeará con su brazo y caminará cada paso del camino. Va a ser genial. Va a ser exactamente lo contrario de la negatividad que esperas”, añade. He encontrado que la oración y recibir la Eucaristía, y pasar tiempo en adoración y confesión, tienen un efecto tremendo en mi vida y mi relación con Jesús y mi salud mental. Esos dos sacramentos: la Eucaristía y la Confesión. Puedo ver la diferencia cuando los extraño y lo rápido que mi vida se desmorona»
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