* «Es una conversión del Islam, pero realmente es una historia de amor de Dios, y de cuán profundamente nos ama y camina con nosotros. Mi vocación no es hablar de lo que está mal en el Islam. Quiero hablar del amor de Cristo y del amor del Padre, y de cómo puede transformar tu vida. Ser cristiano no consiste sólo en creer en Cristo, sino en reconocer que va a ser un compañero durante toda tu vida, en una relación cada vez más profunda. Cuando tienes esa relación, tu vida se transforma»
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