* «Quiero hablaros todo lo bueno que me ha dado. Las dificultades pueden llevarte a separarte del mundo, de Dios, de tu mujer, o unirte mucho más. Yo he optado por lo segundo. Es increíble ver la mano de Dios y de la Virgen detrás, dando sentido a cada cosa que nos pasa. Sentirme querido y ayudado por Él y sabedor de que me está usando para hacer el bien en tanta gente, me da mucha paz. Todos tenemos cruces y hay que luchar por llevarla bien. A mí me ha tocado esta. Las hay peores, lo compruebo ahora que visito muchos hospitales»