* «Mi familia siempre fue muy creyente. Yo hice catecismo. Yo siempre fui muy creyente. Luego del accidente todo lo que pasó -el milagro, la intercesión- le di la magnitud que se merece. Todo lo que refiere a la fe y a creer en Dios. Trato de agradecerle a Madre Rubatto en mis momentos de oración por haber intercedido y agradecerle a Dios por el milagro que hizo en mí. Dentro de muchas otras cosas que me ha ayudado Dios. Y espero que siga ayudándome. Tampoco quiero que mi milagro opaque o distraiga lo que es la obra de Madre Francisca y de Dios»